El pasado lunes lo repitió el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, al ser preguntado sobre la crisis por un ciudadano en un espacio televisivo: debemos consumir para propiciar la creación de empleo o al menos frenar su destrucción. El consejo del ministro de Industria, Miguel Sebastián, fue más específico: sustituir cada año 150 euros en productos y servicios hechos en España para evitar la destrucción de 120.000 empleos.
Las quejas ante tal sugerencia no se han hecho esperar. La Organización de Consumidores y Usuarios lo ha valorado como un ”sinsentido” por hacer recaer en los consumidores la responsabilidad del aumento del desempleo. ”Los Consumidores quieren comprar bueno, bonito y barato y si un producto es más barato y de buena calidad que el español no se puede pedir a nadie que tire el poco dinero que le queda para adquirir un producto nacional”, aseguró recientemente la portavoz de la OCU, Ileana Izverniceanu. Otra de las críticas a esta invitación del Gobierno se refiere a su excesivo proteccionismo contrario al mercado globalizado en el que vivimos.
Sin embargo, ser un consumidor responsable, independientemente de la situación económica global, es una obligación de todo ciudadano. Esto implica, conocer el origen de los productos y condiciones en que se producen éstos, si se están respetando en todos los procesos desde la producción a la comercialización de un producto o servicio los derechos laborales y humanos. En ocasiones, esto se convierte en una tarea casi imposible por dos motivos fundamentales: algunos productos, a pesar de la normativa vigente, no incluyen etiquetado con su denominación de origen; y, es muy difícil averiguar cómo se producen muchos de los artículos que podemos adquirir en cualquier establecimiento.
Por otra parte, ¿sabemos qué se produce en España? Muchas empresas españolas producen sus artículos en otros países y viceversa. Para que este consejo se pudiera llevar a cabo hay que conocer qué productos se producen en España y, por tanto, crean empleo aquí cumpliendo, además, con el respeto a los derechos laborales y humanos.
En definitiva, no hay que llevarse a engaños, el consumo responsable debe ser un objetivo de todo ciudadano cualquiera que sea la situación económica del país en cada momento. Ahora, ¿en qué te fijas tú a la hora de comprar? ¿Crees que la propuesta del Gobierno es una solución eficaz?
Las quejas ante tal sugerencia no se han hecho esperar. La Organización de Consumidores y Usuarios lo ha valorado como un ”sinsentido” por hacer recaer en los consumidores la responsabilidad del aumento del desempleo. ”Los Consumidores quieren comprar bueno, bonito y barato y si un producto es más barato y de buena calidad que el español no se puede pedir a nadie que tire el poco dinero que le queda para adquirir un producto nacional”, aseguró recientemente la portavoz de la OCU, Ileana Izverniceanu. Otra de las críticas a esta invitación del Gobierno se refiere a su excesivo proteccionismo contrario al mercado globalizado en el que vivimos.
Sin embargo, ser un consumidor responsable, independientemente de la situación económica global, es una obligación de todo ciudadano. Esto implica, conocer el origen de los productos y condiciones en que se producen éstos, si se están respetando en todos los procesos desde la producción a la comercialización de un producto o servicio los derechos laborales y humanos. En ocasiones, esto se convierte en una tarea casi imposible por dos motivos fundamentales: algunos productos, a pesar de la normativa vigente, no incluyen etiquetado con su denominación de origen; y, es muy difícil averiguar cómo se producen muchos de los artículos que podemos adquirir en cualquier establecimiento.
Por otra parte, ¿sabemos qué se produce en España? Muchas empresas españolas producen sus artículos en otros países y viceversa. Para que este consejo se pudiera llevar a cabo hay que conocer qué productos se producen en España y, por tanto, crean empleo aquí cumpliendo, además, con el respeto a los derechos laborales y humanos.
En definitiva, no hay que llevarse a engaños, el consumo responsable debe ser un objetivo de todo ciudadano cualquiera que sea la situación económica del país en cada momento. Ahora, ¿en qué te fijas tú a la hora de comprar? ¿Crees que la propuesta del Gobierno es una solución eficaz?
