La cocina es, probablemente, una de las zonas de la casa que más utilizamos y, precisamente, porque en ella manejamos alimentos debe estar especialmente reluciente.
Además ahora que ha llegado el verano y tenemos que hacernos cargo, en algunas ocasiones, de nuestros nietos, conviene que todo esté impecable. Incluso, para los más mayorcitos puede ser entretenido echarnos una mano, con un poco de música y muchas ganas, ¡todo es posible! Te contamos cómo limpiar la cocina a fondo y cómo mantenerla:
- El horno (también sirve para el microondas): un consejo es dejar enfriar el horno antes de limpiarlo, después, podremos coloca en él un paño mojado en amoniaco durante toda la noche, de este modo la comida incrustada se reblandecerá. Al día siguiente, añadiremos bicarbonato sobre la grasa para que se absorva y con una toalla de papel quitaremos todo lo que podamos. Más tarde, conviene repasar con una esponja y detergente y por último, enjuagaremos. Si además queremos quitar los malos olores podemos colocar unos trocitos de piel de limón o naranja y calentar en el horno a temperatura media. Un truco para mantener el horno limpio mucho más tiempo es procurar cocinar a fuego lento para evitar que los líquidos y grasas salpiquen durante el horneado.
- El fregadero: para conseguir que quede nuevo como el primer día, basta con añadir vinagre blanco en un paño pasarlo por el acero inoxidable del fregadero y el resultado es inmediato.
- La encimera: ya sea de mármol, granito, madera o silestone, lo ideal es limpiarlas con un paño húmedo y con un jabón neutro que no la dañe. Después es importante aclararla bien y secarlas con papel de cocina.
- La nevera: Lo primero que hay que hacer es apagarla para que no consuma energía mientras la tenemos abierta. Así podremos empezar a vaciarla aprovechando para tirar a la basura todo aquello que esté atrasado o no vayamos a utilizar. Los mejores productos de limpieza para la nevera son el agua caliente y el jabón y como mucho podemos añadir un poco de vinagre al final con el fin de abrillantar y conseguir un resultado perfecto y una sensación de limpieza aún mayor. En cuanto a los cajones y las baldas, lo mejor es lavarlos en el fregadero o el la bañera si fueran muy grandes y secarlos bien con papel de cocina antes de colocarlos de nuevo en el interior del frigorífico.
- Los azulejos: en la cocina es fácil que se acumule grasa incluso en las paredes, por eso, una manera eficaz de limpiarlas en profundidad es añadiendo un chorro de vinagre en un cubo de agua bien caliente con jabón de fregar los suelos. Más tarde, envolvemos el cepillo de barrer con una bayeta bien atada, incluso grapada o cosida, y la sumergimos en el cubo. Gracias a la altura del palo de la escoba podremos acceder a todos los rincones de la cocina y además evitaremos quemarnos las manos con el agua caliente. Otra forma de aplicar la mezcla del agua caliente es con un pulverizador, lo dejamos actuar unos segundos y lo limpiamos con una esponja y después con un paño seco.
