No cabe duda de que desde nuestra infancia hasta ahora las cosas han cambiado mucho, en algunos aspectos para bien y en otros a peor. Como parte fundamental de esta sociedad en continua transformación, la familia también es diferente. En un intento de perfilar el modelo más común de familia en nuestro país, repasaremos algunos estudios que se han realizado con este propósito.
El profesor Contador en su Informe sobre la familia española señala una serie de rasgos que se repiten en un alto porcentaje de los hogares de este país. Estos son: un bajo número de hijos por hogar (recordemos que la tasa de natalidad en España es muy baja, 1,2 hijos por mujer); los hijos retrasan cada vez más su salida del hogar familiar, sobre todo por dos motivos: las viviendas son cada vez más caras y el paro entre jóvenes es muy alto. Lo normal es que no formen una pareja estable hasta los 27 años.
Asimismo, en comparación con otros países europeos, hay menos hombres y mujeres que viven solos (3% y 6% respectivamente), ya que aunque los solteros van tomando fuerza como grupo social, la mayoría prefiere vivir con sus padres.
Basándose en los datos de la Oficina de la Población, este estudio llama la atención sobre el elevado número de familias (casi el 10%) en las que conviven tres generaciones: padres, hijos y abuelos.
Otros rasgos significativos de nuestra sociedad y, por tanto, que podemos ver dentro de nuestras familias nos lo señala el informe Evolución de la familia en Europa 2006, elaborado por el Instituto de Política Familiar. Entre las conclusiones de este estudio llaman la atención los datos de crecimiento de población: los mayores de 60 superan en número a los niños menores de 14 años. Otro aspecto llamativo es el crecimiento del número de hogares, que se han incrementado en los últimos veinte años en 30 millones y se han reducido casi a la mitad sus miembros.
