El de la teleasistencia es uno de los servicios de atención a la dependencia con mayor impacto social y que además es fundamental, junto con otros de atención domiciliaria, para evitar internamientos en centros y mantener así una mayor calidad de vida y autonomía de los dependientes y mayores en su hogar. Por ello el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad “se encuentra firmemente comprometido”, según ha asegurado la ministra Ana Mato, quien ha firmado hace unos días en Sevilla un convenio de colaboración con la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) para el desarrollo de este servicio al que el Gobierno va a destinar 30 millones de euros para poder atender a 250.000 personas de 5.535 municipios de toda España que se encuentran en situación de dependencia, tienen algún tipo de discapacidad o son de edad avanzada (estas últimas suponen un 60 por ciento de los beneficiarios).
En su intervención tras la firma del convenio, Mato ha detallado que este servicio de teleasistencia “atenderá las posibles emergencias que puedan sufrir estos usuarios, ya sean de tipo personal, social o médica”. La ministra también ha recordado que desde la firma del primer convenio para este servicio en 1999, esta prestación “ha pasado de ser de uso puntual, basada en una respuesta casi inmediata en una situación de emergencia concreta a un servicio asistencial convencional, de amplio alcance y moderno”, y ha señalado que se ha “hecho un esfuerzo innovador para hacer de este servicio un recurso de fácil acceso, buena atención y mucha calidad”.
También el presidente de la FEMP, Juan Ignacio Zoido ha señalado que la teleasistencia llaga a los usuarios por medio de la línea telefónica y con un equipamiento informático de comunicación específico, ubicado en los centros de atención y en el domicilio de los usuarios. “En estos centros habrá personal especializado para dar respuesta, ya sea por teléfono o movilizando otros recursos humanos o materiales”. Además ha insistido en que el convenio que se acaba de firmar con el Ministerio está pensado para personas mayores “que viven solas en su casa y que quieren permanecer en su domicilio, a pesar de que cuenta con alguna discapacidad“, y que son los ayuntamientos “el primer escalón de atención a los ciudadanos”, aunque ha pedido la colaboración de todas las administraciones.
