Aprovechando recursos

Reducir gastos para ajustar el presupuesto doméstico es una de las principales premisas en un gran número de hogares en los que la crisis se está haciendo notar en mayor o menor medida, y para ello nada mejor que compartir gastos y aprovechar mejor lo que tenemos. Ahí van un par de ejemplos.

Alquilar parte de nuestra casa

Lo de compartir piso siempre ha sido una opción para las personas con economías ajustadas, y aunque hasta la llegada de la crisis era algo más propio de estudiantes universitarios y jóvenes recién llegados al mundo laboral, ahora se está abriendo camino entre la población más ‘madura’. Así que si somos de esos ¿afortunados? que contamos con ‘nuestra’ vivienda, y el pago de la hipoteca es una de las incertidumbres que nos quita el sueño, una fuente de ingresos para saldar esta partida, entre otras, es la de arrendar parte de nuestra vivienda, de modo que además de unos ingresos extra, compartiremos gastos como luz, agua, teléfono….

La fórmula más extendida es la de alquilar una habitación y además ceder el uso de zonas comunes como baño, cocina y salón. Desde el punto de vista legal esta situación queda recogida en el Código Civil, de modo que haríamos un contrato específico, diferente al habitual contrato de arrendamiento para una vivienda, por lo que esta fórmula de alquiler no se rige por la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU).

Requisitos

Ésta fórmula de ‘alquiler parcial’ supone que la estancia del ‘inquilino’ ´sea considerada temporal, de modo que la casa no será considerada como su domicilio, sino que la ocupación es debida a una necesidad momentánea, coyuntural (trabajo estudios, viaje…).

Características

La duración del contrato será la que se acuerde entre las parte, aunque una vez cumplido el plazo el acuerdo se extinguirá sin derecho a prorroga. También se deben especificar las condiciones como la cuantía de la menta mensual, el uso de las zonas comunes, participación (aparte de la cuantía de la renta) en los gastos de teléfono, agua, gas, electricidad, etc.

Desde el punto de vista fiscal y de cara a Hacienda, el derecho por deducción de vivienda habitual del IRPFse mantiene, excepto en la parte que se ha arrendado. Además se considerarán deducibles los gastos inherentes necesarios para la consecución de dichos ingresos, como el tanto por ciento correspondiente a los suministros, gastos de comunidad, la parte proporcional del IBI, etc.

Sacar mayor partido a nuestro coche

Con las subidas del transporte público y de los carburantes, peajes y demás gastos que conlleva tener un coche, hay que ‘afinar’ mucho para ahorrar en esta partida. Además de la opción de compartir el coche con otros usuarios, esta vez sugerimos otra opción menos conocida con la que podemos obtener dinero con nuestro vehículo en lugar de que sea un continuo agujero de gastos. Se trata de utilizarlo como medio publicitario al adherirle anuncios publicitarios.

Hacer de la carrocería de nuestro coche una especie de valla publicitaria a la que se adhiere una serie de vinilos con anuncios de todo tipo de productos y servicios no es que sea una novedad, pero sí que se empiece a generalizar su uso.

Lo más práctico para acceder a este sistema de publicidad es acudir a alguna de las agencias de comunicación dedicadas a esta cuestión y que hacen de intermediarios entre los anunciantes y los conductores. Siempre buscan entre una amplia gama de vehículos (dependerá del tipo de campaña que quieran desarrollar). El único requisito es que el coche esté en buen estado (tanto por una cuestión de imagen como para que no dificulte la colocación de los vinilos), aunque los que tienen menos de 5 años tienen mayores posibilidades de ser escogidos. Además se pide que los candidatos cuenten con carnet de conducir y sean los propietarios del turismo.

Estas son dos fórmulas con las que poder obtener unos ingresos extras con aquello que ya tenemos y usamos, obteniendo un mayor rendimiento de nuestros bienes y sin tener que desembolsar gasto alguno o emplear parte de nuestro tiempo.

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