Las principales asociaciones europeas de Familia, en su mayoría miembros de la Región Europea de la Organización Mundial de Familia (OMF), se reunían durante en Toledo el pasado septiembre para analizar las diferentes políticas públicas dirigidas a las familias en Europa. Las ayudas y apoyos a la familia en los países miembros difieren mucho de unos a otros. Por ello, acordaron presionar a los gobiernos e instituciones para conseguir mejores condiciones de vida para todas las familias ya que supone invertir en las nuevas generaciones de hombres y mujeres del futuro y en una mejora en la vida de la sociedad en conjunto.
Uno de los puntos en los que más se ha querido hacer hincapié es en la consideración de las medidas de ayudas a las familias en las empresas que, por la crisis económica, hayan sido recortadas como si de un mero gasto se tratase. Invertir en la conciliación supone invertir en cada trabajador y en la educación de los futuros trabajadores, por tanto, es una responsabilidad en manos de las empresas e instituciones.
A través de un comunicado, estas asociaciones de familias afirman que “la sociedad y por tanto las organizaciones que representan los diferentes colectivos van por delante de los poderes públicos pero son éstos los que tienen la llave para cambiar las cosas”. Así, se optó por potenciar las tres “C” (Comunicación, Comunidad, Cooperación) y las tres “P” (Propuestas, Políticas y Proyectos) que se reflejen en los planes de los gobiernos y se concreten en la ejecución de proyectos.
Si bien en los últimos tiempos, las ayudas a las familias han ido creciendo aún resulta insuficiente la protección pública, los incentivos a la maternidad, las rebajas fiscales y de impuestos y los planes específicos para hacer más fácil la supervivencia y desarrollo de la célula de la sociedad y por tanto también de ésta.
