Apretón de cinturón

Hasta un 77% de las amas de casa cree que los precios han aumentado en los últimos 12 meses, y un 88% que lo seguirán haciendo al mismo ritmo. Es uno de los datos obtenidos en el estudio realizado por Kantar Worldpanel sobre el impacto de la reforma fiscal en el mercado. Ante esta preocupación por la subida de los precios, la respuesta ha sido la contención de las compras en los hogares, de forma que un 42% gasta menos de lo habitual en sus productos cotidianos. Además, se está produciendo un cambio no sólo en la cantidad de lo que se compra sino en también en lo que se compra, ya que se está produciendo por parte e los consumidores un giro hacia las marcas más baratas, favoreciendo las marcas propias de los distribuidores prácticamente mantienen el ritmo de crecimiento de la primera mitad del año (4,5%).


 


No deja de ser paradójico que esta recesión en el consumo de las familias, es una reacción a una especie de espejismo, ya que según un análisis de las 500 primeras referencias en ventas del mercado de gran consumo envasado, la industria no ha repercutido la subida del IVA a estos productos durante las tres primeras semanas de la reforma. Según este análisis, los precios de estos productos venían creciendo un 1,8% hasta el anuncio a principios de verano de la subida del IVA, pero desde la entrada en vigor el pasado 1 de septiembre éstos apenas se han incrementado en un 0,5%.


 


A esta situación debe sumarse el hecho de que según los datos de la Encuesta de Condiciones de Vida publicada por el Instituto Nacional de Estadística, en España, “sólo” el 8,5% de los españoles mayores de 65 años está en riesgo de caer en situación de pobreza. A pesar de la disminución de los ingresos medios de los hogares españoles, el porcentaje de población por debajo del umbral de pobreza (la llamada tasa de riesgo de pobreza) se ha reducido en comparación al año pasado, debido especialmente al efecto de los mayores de 65 años, que han visto como esta tasa ha pasado en su grupo del 21,7% en 2010 al 16,9% en 201.


 


Así, según la Encuesta de Condiciones de Vida, el de los jubilados es el colectivo que menor riesgo corre de caer en la pobreza. Esto se debe a varios factores. Por un lado el hecho de que la mayoría de los españoles en este segmento de población son propietarios de vivienda, lo que, a la hora de evaluar el riesgo de pobreza, Estadística imputa un valor concreto al coste de la vivienda para los hogares españoles, equivalente al del alquiler que se pagaría en el mercado por una vivienda similar a la ocupada. Es decir, se computa como un ingreso más, aunque sea un ingreso no monetario según precisa el INE. Esta consideración del patrimonio inmobiliario hace que la cifra aproximada de mayore sen riesgo de pobreza se reduzca de 1,3 millones a 691.000.


 


El umbral de riesgo de pobreza se calcula cada año a partir de la distribución de los ingresos del año anterior, y se fija, siguiendo los criterios de Eurostat, en el 60% de la media de los ingresos por unidad de consumo de las personas. Este umbral, por tanto, aumenta o disminuye en la medida en que lo haga la media de los ingresos, obteniéndose distintos umbrales de riesgo de pobreza según el tamaño del hogar y las edades de sus miembros.


 


Desde 2008 los ingresos medios por hogar medidos por el INE (Instituto Nacional de Estadística) han experimentado una caída del 6%, pasando, en el caso de un hogar estándar con dos adultos y dos niños, de los 16.317 euros de 2008 a los 15.445 calculados para este año. Además, en ese mismo periodo, el importe medio de las pensiones del sistema de Seguridad Social se ha incrementado cerca de un 12%.

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