Aprendiendo a educar

Dice el refrán que ‘nadie nace enseñado’, una máxima que también se puede aplicar al hecho de ser padres, un oficio del que se ha dicho que se aprendía con la práctica del día a día y para el que no existe manual alguno. O al menos no existía hasta hace relativamente poco, ya que el aumento de conflictos familiares, especialmente entre padres e hijos, o al menos la toma de conciencia social de la existencia de los mismos, ha llevado desde hace algún tiempo a la creación de las ‘escuelas de padres’, unos espacios de información, formación y reflexión dirigido a los progenitores como herramienta de apoyo a sus funciones parentales de educación y socialización de los niños y jóvenes.

Hace cerca de 3 décadas que en España comenzaron a surgir las escuelas de padres y madres como un medio de comunicación entre ellos, gracias al cual se intercambiaban experiencias y conocimientos sobre la educación de sus hijos: cómo evitar los celos infantiles, aprender a identificar los primeros síntomas de fracaso escolar… En estros treinta años el modelo ha ido evolucionando de tal forma que en la actualidad cuentan con la participación de profesionales como psicólogos, pedagogos y educadores, entre otros, en un formato de talleres en los que todos los integrantes hacen el doble papel de informador y de receptor de información de las experiencias de cada cual.

Por lo general el método de trabajo de estas escuelas, talleres o grupos de trabajo sigue unas pautas similares:

  • Diseño de un temario en el que se pueden abordar tanto cuestionesgenerales, como las relaciones entre padres e hijos o el comportamiento adolescente, o tratar algún problema específico de una etapa evolutiva, como los trastornos de la alimentación, la prevención de la drogadicción, o la educación sexual, entre otros. El encargado de elaborarlo e impartirlo será un especialista, normalmente un psicólogo, un pedagogo o un educador.
  • Desarrollo de las cuestiones planteadas. Se hace en un período de tiempo determinado con antelación y es responsabilidad, como en el punto anterior, de los profesionales. El formato de las sesiones suele consistir en la presentación del tema a la que sigue una charla coloquio, moderada y orientada por el profesional, entre los participantes, de manera que se favorezca el dialogo y el intercambio de experiencias entre ellos.

En cuanto a dónde localizar una de estas escuelas de padres, hay tres puntos en los que buscar:

Organismos oficiales como ayuntamientos y comunidades autónomas cuentan con este tipo de iniciativas. También el propio Ministerio de Cultura cuenta con su Escuela de Padres y Madres a través del programa Aulas Mentor, un sistema de formación abierto y a distancia a través de Internet promovido por el Centro Nacional de Información y Comunicación Educativa (CNICE).

Colegios e Institutos. Un gran número suelen tener una Escuela Padres y Madres, normalmente promovida por la Asociación de padres y madres (APAs) en colaboración con los profesores.

Las Asociaciones de padres y madres y las distintas Federaciones también suelen incluir entre sus actividades una Escuela de Padres y Madres.

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