Alter ego digital

“Su mundo. Su imaginación. Una sociedad on line creada enteramente por sus habitantes. Un lugar donde usted puede ser o puede hacer algo. Un paisaje 3D siempre cambiante” (Philip Roseadle): bienvenido a Second Life. Más de un millón de personas se encuentran diariamente en www.secondlife.com para desarrollar su alter ego digital. Sin embargo, Second Life es mucho más que un juego. El objetivo es vivir.

Para participar en este simulador social online, obra del economista Philip Roseadle (lindenlab.com), hay que descargar un programa y registrarse en su página, y en unos minutos ya está preparado para comenzar una nueva vida. Esta vez podrá elegir su cara, cuerpo, casa, coche, hacer nuevas amistades y también ganar dinero, en definitiva, las posibilidades del menú son las mismas que en la vida real.

Al igual que sus habitantes todo lo que compone este “ciberplaneta” es real: las marcas y la publicidad; Bono ha tocado en Second Life; se han presentado libros; existe una delegación de Reuters en este mundo virtual (seconlife.reuters.com), encargada de informar sobre todo lo que allí acontece; la MTV ha construido una playa; Harvard imparte algunas clases de Derecho (blogs.law.harvard.edu/cyberone); la boutique se puede consultar por Internet (www.slboutique.com )…

Muchos alter ego han decidido crear el negocio que en la vida real les hubiese gustado tener. El negocio inmobiliario también triunfa en Second Life. Uno de estos ejemplos es el de Anshe Chung (dos jugadores alemanes) que venden casas, islas, incluso, un terreno de 4.000 metros cuadrados en el Alicante virtual, cuenta con diecisiete empleados reales y sus ganancias se cifran en 250.000 dólares.

Aunque registrarse es gratuito, igual que en la realidad, sin dinero en Second Life tampoco se puede hacer mucho. La suscripción Premium cuesta 9, 95 dólares al mes, pero luego hay que comprarse una casa, el coche, la ropa,… Al final los gastos se multiplican y, como en la vida misma, las empresas se han dado cuenta de los beneficios que puedes aportarle satisfacer las demandas de esta sociedad virtual.

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