El aceite de oliva, el tomate, el ajo, o el arroz, todos ingredientes de la dieta mediterránea, engloban la lista de los alimentos más saludables. Por algo, según la Organización Mundial de la Salud, España es el país de Europa con una mayor esperanza de vida, 83 años en el caso de las mujeres y 77 en el de los hombres. No obstante, nuestra alimentación puede mejorar aún más si introducimos algunos ‘imprescindibles’ más en nuestros platos.
Una dieta sana debe incluir una cantidad moderada de calorías. Los hongos y setas no sólo cumplen este requisito sino que además nos aporta las cantidades que necesita nuestro organismo de vitaminas, proteínas, minerales –como el fósforo y el potasio-. También ricas en minerales, –viviendo en el mar pueden llegar a absorber hasta 56 tipos-, las algas marinas actúa como analgésico ante las inflamaciones, ayudan a la regeneración de la sangre y, consecuentemente, a purificar nuestro cuerpo. Sus propiedades beneficiosas en el cuidado de nuestra piel, asimismo, explica su uso en múltiples productos cosméticos y medicinales.
Por lo general, la ingesta de chocolate influye en una mejora de nuestro estado de ánimo, pensando, por otra parte, que descuidamos nuestra dieta alimenticia y nuestra salud. Sin embargo, el cacao y chocolate puro están compuestos de una gran cantidad de antioxidantes, pudiendo reducirse los niveles de colesterol hasta un 30%. Las sustancias antioxidantes que tienen los cítricos los convierten, según los estudios realizados por el Servicio de Investigación Agrícola de Estados Unidos, en eficaces combatientes de cánceres de boca, piel, pulmón, estómago y colon; por ello, se recomienda incluirlos en nuestra dieta diaria.
Tampoco podemos olvidarnos de incluir en nuestras comidas las zanahorias, conocidas sobre todo, por su capacidad bronceadora sobre la piel, tanto como alimento como aplicada sobre la misma. Esta no es su gran ventaja. La zanahoria previene de padecer cataratas y ceguera nocturna; asimismo, ayuda a combatir la enfermedad cardiaca.
Una dieta sana debe incluir una cantidad moderada de calorías. Los hongos y setas no sólo cumplen este requisito sino que además nos aporta las cantidades que necesita nuestro organismo de vitaminas, proteínas, minerales –como el fósforo y el potasio-. También ricas en minerales, –viviendo en el mar pueden llegar a absorber hasta 56 tipos-, las algas marinas actúa como analgésico ante las inflamaciones, ayudan a la regeneración de la sangre y, consecuentemente, a purificar nuestro cuerpo. Sus propiedades beneficiosas en el cuidado de nuestra piel, asimismo, explica su uso en múltiples productos cosméticos y medicinales. Por lo general, la ingesta de chocolate influye en una mejora de nuestro estado de ánimo, pensando, por otra parte, que descuidamos nuestra dieta alimenticia y nuestra salud. Sin embargo, el cacao y chocolate puro están compuestos de una gran cantidad de antioxidantes, pudiendo reducirse los niveles de colesterol hasta un 30%. Las sustancias antioxidantes que tienen los cítricos los convierten, según los estudios realizados por el Servicio de Investigación Agrícola de Estados Unidos, en eficaces combatientes de cánceres de boca, piel, pulmón, estómago y colon; por ello, se recomienda incluirlos en nuestra dieta diaria.Tampoco podemos olvidarnos de incluir en nuestras comidas las zanahorias, conocidas sobre todo, por su capacidad bronceadora sobre la piel, tanto como alimento como aplicada sobre la misma. Esta no es su gran ventaja. La zanahoria previene de padecer cataratas y ceguera nocturna; asimismo, ayuda a combatir la enfermedad cardiaca.
