Acudir
a comedores sociales, a bancos de alimentos, a cualquiera de las asociaciones
sin ánimo de lucro que se dedican al reparto de comida o incluso rebuscar en los contenedores de basura de
los supermercados ya no es algo que hagan sólo los mendigos. La crisis, el paro
y unas coberturas sociales del Estado que se resquebrajan han hecho que muchas
familias no puedan llegar a fin de mes y apenas tengan para comer y deban
recurrir a los recursos mencionados. Mientras, el 78% de los supermercados retira
alimentos por estar caducados, a punto de caducar o haber sobrepasado la fecha
de consumo preferente, y solo un 20% los da a alguna ONG (según datos de un
informe elaborado en 2012 por el Ministerio de
Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente).
En
muchas ocasiones, los etiquetados de los alimentos no responden a términos de
seguridad, sino que establecen la fecha de caducidad más por la pérdida de sabor
que porque sean perjudiciales para la salud, de modo que mucha de la comida que
se desperdicia es perfectamente comestible pese a lo que dice su etiquetado, y
es que el listado de alimentos que no caducan y que se pueden
consumir pasada su fecha de consumo preferente es muy amplia. En la actualidad
en España, como en ´muchos otros
países, la legislación (Real
Decreto 1945/1983) no permite comercializar productos que hayan sobrepasado
la fecha de caducidad o
consumo preferente que
aconseja y establece el fabricante o distribuidor, sin embargo, desde
no hace demasiado tiempo aquellos otros alimentos que se encuentran al borde de
la ‘expiración’ se han convertido en una nueva opción de negocio para las
tiendas de alimentación y supermercado y una forma de reducir el coste de la
cesta de la compra para los que más necesitan precisan apretarse el
cinturón…
Cada
vez más supermercados, hipermercados e
incluso pequeños comercios de alimentación han comenzado a vender los productos
que están próximos a caducar con un descuento que oscila entre el 20 y el
50%. La cadena de supermercados
Lidl suele ofrecer el 30% de descuento en carnes, lácteos, ensaladas
frescas, pan y bollería, próximos a caducar. También los supermercados Día ofrecen un descuento del 20% en
carnes y de un 50% en lácteos, Carrefour o Eroski igualmente rebajan con
diferentes porcentajes sus productos que van a caducar.
Rizando
este rizo, en la ciudad norteamericana de Boston está previsto que a comienzos
de 2014 se abra el primero de una serie de supermercados que se especializaran
en la venta de alimentos caducados. Será un híbrido entre una tienda de
alimentos y un restaurante y venderá todo tipo de alimentos así como
sopas y guisos hechos con comida que acaba de caducar. La iniciativa de este
nuevo supermercado, que se llamará The
Daily Tabl, es del empresario Doug
Rauch (ex presidente de otra cadena de supermercados: Trader Joe’s), que ha
asegurado que ha explicado que “la mayor parte de lo que ofrecemos serán las
frutas y verduras que tienen una fecha de caducidad pasada ya de varios días. El
inconveniente, será que los clientes tendrán que consumir la comida
rápidamente”.
Una
medida similar existe en Japón,
donde los supermercados tienen una rebaja de precios en los alimentos frescos a
última hora de la tarde, y por ejemplo, es posible acudir a las 7 de la tarde a
los grandes almacenes a comprar el sushi del día a mitad de
precio.
Más
allá se ha ido en Grecia, donde a
primeros de septiembre se ha cambiado la legislación para permitir a los negocios de alimentación la venta
de productos cuya fecha de «consumo preferente» haya vencido, siempre
que se haga en estantes separados e identificados con un rótulo que indique Alimentos con
Sostenibilidad Pasada y con un precio reducido (el coste será un tercio de su valor
original). También se
pueden vender cierto tipo de alimentos de larga duración que podrán ofrecerse al
público con descuento después de su fecha de caducidad.
Seguro que a
cualquiera de estas medidas se pueden sacar sus más y sus menos, pero dado que
este 16 de octubre es el Día Mundial de la Alimentación vamos a quedarnos
con lo más positivo: aprovechar los recursos y que los más desfavorecidos puedan
acceder a un plato de comida. Otro día ya ‘batallaremos’…