La soledad, tristemente, ya está considerada por los expertos como “la epidemia del siglo XXI”. Para paliar esta situación de aislamiento entre las personas mayores, uno de los colectivos que más la padece, la Asociación Benéfica Geriátrica (ABG) puso en marcha a principios de año el proyecto “A tu lado”, brindando acompañamiento y apoyo a personas de edad avanzada residentes en la ciudad de Madrid. A través de planes organizados entre voluntarios y mayores; este proyecto genera momentos de encuentro intergeneracional que repercuten en un beneficio directo para ambas partes, promoviendo el envejecimiento activo de los mayores y la consecuente mejora en su calidad de vida, en los planos físico, cognitivo, social y espiritual.
Nos cuenta la coordinadora Silvia Sierra, que desde su puesta en marcha el pasado mes de febrero, el proyecto ha desarrollado cerca de 300 acciones de apoyo, enfocadas tanto al acompañamiento de las personas mayores en situación de soledad (con planes como dar un paseo, acompañar un café con una agradable charla…), como al apoyo en las actividades del día a día en las que los mayores puedan precisar ayuda (ir al médico, renovar el DNI, realizar algún trámite administrativo, etc…). Acciones aparentemente sencillas para cualquiera, pero que para muchas personas de edad avanzada pueden convertirse en toda una odisea.
Gracias a “A tu lado”, los mayores pueden contar con voluntarios en los que ‘apoyarse’, no solo al caminar, si no también en el sentido emocional de la palabra. Por su parte, los voluntarios encuentran en este proyecto una gran satisfacción personal por poder brindar su ayuda a quien más lo necesita y se benefician de los vínculos afectivos que se generan cuando “regalan su tiempo y comparten sonrisas” (eslogan del programa de voluntariado de ABG “A tu lado”).
La Asociación Benéfica Geriátrica inició la andadura del proyecto “A tu lado” hace ocho meses, en coordinación con los profesionales de los centros de salud y de los servicios sociales de diferentes distritos de la capital madrileña; ABG asigna a los mayores que lo precisen voluntarios dispuestos a compartir su tiempo y contribuir a mejorar su calidad de vida.
Tal y como afirma Mª Jesús Calero, trabajadora social del Centro de Servicios Sociales Puerta de Toledo en el Distrito Centro, acerca de cuál es el perfil que más demanda ayuda de voluntarios: «El perfil principal es el de personas muy mayores, de más de 80 años y muy dependientes, que no cuentan con red de apoyo. Estas personas disponen de un servicio de ayuda a domicilio municipal pero éste no cubre todas las atenciones que precisan (…) por lo que contar con el apoyo de un voluntario para determinadas acciones es muy beneficioso para ellos. Sobre todo estas personas mayores precisan acompañamientos médicos. Son acciones de duración bastante larga ya que tienen que desplazarse al hospital o al centro de salud y muchas veces aglutinan en un mismo día las citas de varios especialistas, por lo que pueden llegar a durar entre 3 y 4 horas. La compañía del voluntario brinda a los mayores una gran seguridad a la hora de enterarse de las indicaciones del médico y en los propios desplazamientos».
Y lo que sí reconocen tajantemente es que esta iniciativa les está aportando grandes beneficios a los mayores que solicitan este servicio; y es que una persona cuando está acompañada y se siente apoyada en las cosas que va necesitando, está más tranquila y se siente más integrada.
Continúa Mª Jesús: “Este proyecto es muy interesante. Aunque consideramos que los servicios públicos tienen que estar funcionando al 100%, no consiste en suplir esa ayuda con la figura de un voluntario, ya que la asistencia es un derecho del usuario; pero lo cierto es que a veces ésta no es suficiente. Además, las labores del voluntario son diferentes a las del auxiliar; el SAD consiste en un servicio de tareas con unas horas concretas asignadas en función de la dependencia, por lo que la auxiliar no puede sentarse a charlar con el mayor, o a hacerle esta compañía que tanto necesitan y que los voluntarios sí pueden brindarles.”
Y es que es a través de este proyecto social de ABG, muchos mayores sin familiares cercanos a quien recurrir, han encontrado en estos voluntarios una segunda familia con la que contar en los momentos difíciles. Ellos, los voluntarios, son personas desinteresadas que han elegido formar parte de la familia de “A tu lado” entregando no solo su ayuda y tiempo, si no lo más importante: su cariño. Acompañar a una revisión médica, ser una mano abierta en los momentos previos a una operación, ser el brazo en el que sujetarse al caminar, o la compañía que espanta los fantasmas de la soledad, etc… van creando vínculos afectivos de un valor incalculable para ambas partes.
Como por ejemplo, el caso de Catarina, que vive en Portugal pero pasa largos periodos en España y, cuando está en nuestro país, no duda en poner su tiempo a disposición de los mayores de “A tu lado”, contribuyendo así a paliar su soledad. En la siguiente entrevista cuenta su experiencia personal como voluntaria, la relación con los mayores, y los beneficios que le reporta. Si quieres conocer más sobre “A tu lado”, no deberías perderte el siguiente vídeo.
Hacerse voluntario es tan sencillo como seguir estas instrucciones. Desde aquí deseamos que cunda el buen ejemplo y entre todos podamos aportar nuestro granito de arena para hacer más llevadera la vida a los que nos necesitan. ¡Bravo, ABG, por esta gran iniciativa!
