Hay accidentes del día a día que requieren una actuación inmediata para no pasar a problemas mayores, por eso es importante que sepamos reaccionar ante ellos y sobre todo que lo hagamos bien, ya que en muchos casos creemos que estamos actuando correctamente y realmente estamos equivocados.
En este artículo, te contamos algunos de los errores más frecuentes que cometemos y que son fáciles de solucionar.
- Si sangramos por la nariz no debemos ni taponarla con un algodón (ni con nada) ni echar la cabeza hacia atrás, ya que lo único que conseguiremos es tragarnos la sangre y no cortar la hemorragia. Lo que debemos hacer, por raro que resulte, es poner la cabeza hacia abajo y presionarnos en la parte superior de la nariz, si no hay nada malo, lo normal es que el sangrado desaparezca en pocos minutos, pero si vemos que prosigue un buen rato, lo mejor es acudir a un hospital.
- Cuando nos entra algo en el ojo debemos o bien echarle agua abundante o, si tuviéramos, suero fisiológico, con el fin de lavarlo y que salga cualquier suciedad de él, nunca rascar, soplar o manosear ya que podemos dañarnos la córnea.
- En caso de quemadura debemos poner la zona afectada en agua fría inmediatamente, nada de añadir ungüentos, ni mantequilla, ni cremas. Una vez que pase un rato comprobaremos si hay ampollas en la quemadura y en este caso pondremos sobre ellas una pomada con antibiótico. Si vemos que son muy llamativas, es mejor acudir a un hospital y, por supuesto, nunca explotarlas.
- Para desinfectar una herida lo mejor es lavarla bien con agua y jabón y, si tenemos betadine, podemos añadirle un poco con una gasa y dejarla al descubierto.
- Si estamos ante un atragantamiento debemos animar a la persona a toser fuerte para expulsar aquello que le produce el ahogo y para ayudarle podemos golpear con fuerza en su espalda en medio de los homóplatos, y si aún así no se recupera procederemos a comprimir su estómago (técnica de Heimlich) Estas maniobras deben efectuarse con mucha eficacia y muy rápido ya que estamos ante una situación de vida o muerte.
- En un accidente de tráfico no tenemos que movilizar a los heridos hasta que no llegue una ambulancia. A veces, lesiones leves se convierten en graves solo por un mal movimiento. Las cervicales o una mala posición de la columna pueden ser cruciales en estos casos, por eso es mejor que sea movido por un experto. Obviamente hay excepciones, como que el vehículo pueda incendiarse o explotar, que el herido quiera salir porque tenga dolores pero necesite ayuda para hacerlo, etc.