Veranear en… un lago

Sin duda, el Lago de Como es uno de esos destinos que lo tienen casi todo. Es tranquilo y apacible, principalmente por ser relativamente desconocido para el turismo internacional, ya que quienes viajan  a través del país de la bota suelen decantarse por lugares más emblemáticos; como Roma, Florencia o Venecia. Sin embargo, es uno de los enclaves más apreciados por los autóctonos y por un exclusivo sector de viajeros de fuera que, como George Clooney, se enamoraron perdidamente de su sobrecogedor paisaje y cuentan con los medios necesarios para veranear en suntuosas villas sitas en las orillas del lago.

Se trata de un lugar perfecto para descansar, meditando en sus orillas o paseando por senderos en los que nos asaltan y sorprenden los campanarios románicos que surgen, como escondidos, tras las copas de altos pinos. Se trata de verdaderas joyas arquitectónicas que, en ocasiones, incluso conservan en sus fachadas restos de pinturas al fresco que sorprenden por su gran colorido y vivacidad.

Pero si algo famoso tiene este lago, son sus villas. Opulentas y suntuosas, las encontramos en sus orillas, situadas en los enclaves con vistas más bellas y asombrosas. Una de las más celebradas es la Villa Balbianello, escondida en una pequeña penísula de Lenno, fue construída en 1787 por el Cardenal Angelo María Durini y cuenta con una panorámica increíble, potenciada por la exquisita disposición vegetal de sus jardines. Tampoco se queda atrás Villa Carlotta (Tremezzo), un encargo de Giorgio Clerici que data de 1690 y que, además de haber  sido residencia de mandatarios y príncipes, acoge en sus pasillos obras de grandes artistas como Canova o Van Dyck. Sus jardines novecentistas están llenos de sorpresas y elementos exóticos -un bosque de bambú, un jardín de cactus…- que chocan deliciosamente con la salvaje vegetación del lago que rodea la villa.

Viajar al Lago es, sin duda, todo un placer para los sentidos, aunque no para los bolsillos; si algo tiene de malo este paradisiaco lugar es que sus precios dejan su visita al alcance de unos pocos. Aunque, si bien, planeando cuidadosamente la visita y buscando ciertas ofertas, el viaje puede convertirse en un lujo bastante accesible.

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