Acabamos de inaugurar el otoño y a pesar de que los expertos siguen recordando que la gripe A (A/H1N1) es una enfermedad habitualmente benigna y que son excepcionales los casos en los que se pueden producir graves complicaciones e incluso la muerte (en nuestro país ya han fallecido 25 personas), las alertas están al máximo y se espera la llegada de las vacunas (prevista para noviembre) como agua de mayo, y eso cuando aún se sigue debatiendo a qué grupos de población se va a vacunar de forma ‘masiva’.
Por el momento, el Gobierno central y los autonómicos han acordado que en principio se inmunice a entre un 15% y 20% de la población, entre embarazadas, enfermos crónicos de más de 6 meses y profesionales sanitarios y servicios esenciales (Fuerzas de Seguridad del Estado, personal de Protección Civil y bomberos)”. En este grupo, también se incluyen a los mayores de 65 años y aquellos y adultos con enfermedades metabólicas crónicas, lo que incluye: diabetes, insuficiencia renal, hemoglobinopatías y anemias, asplenia, enfermedad hepática crónica, enfermedades neuromusculares graves o inmunosupresión, incluida la originada por la infección de VIH o por fármacos o en los receptores de transplantes. Igualmente se vacunarán a las personas que conviven en residencias, instituciones o en centros que prestan asistencia a enfermos crónicos de cualquier edad. Dentro de los profesionales que podrán ser vacunados se encuentran los aquellos sanitarios y parasanitarios, en especial los que atienden a pacientes de alto riesgo; personas que trabajan en instituciones geriátricas o en centros de cuidados de enfermos crónicos y que tienen contacto directo con los residentes así como cuidadores domiciliarios a pacientes de alto riesgo o ancianos.
Según el último informe del Ministerio se Sanidad hecho público el 3 de septiembre, y según la estrategia acordada por el Pleno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, y a partir de la información remitida por la Red de Médicos Centinelas del Sistema de Vigilancia de Gripe en España, la tasa estimada de gripe clínica en atención primaria en la semana del 23 al 29 de agosto fue de 53,61 casos por 100.000 habitantes. En cualquier caso, y como siempre en estas cuestiones, lo mejor es la prevención y para ello las pautas recomendadas por los expertos son:
- Lavarse las manos con frecuencia para evitar trasmitir las gotitas de saliva que se emiten al estornudar, toser o hablar y en las que el virus puede sobrevivir unos minutos.
- Taparse la boca y la nariz con un pañuelo de papel al estornudar o toser y justo después tirar el pañuelo usado a la basura. Se debe evitar tocarse los ojos, la nariz y la boca. Boca y nariz tapadas al estornudar o toser.
- Si se está enfermo, evitar contagiar a otras personas siguiendo los consejos de los profesionales sanitarios.
- Evitar los besos y contacto muy cercano, así como compartir vasos, cubiertos y otros objetos que hayan podido estar en contacto con saliva o secreciones.
- Dormir bien, tener una alimentación saludable, beber agua, llevar una vida físicamente activa y evitar las bebidas alcohólicas y el tabaco.
- Si tiene síntomas de la enfermedad siga las indicaciones de su comunidad autónoma.