Va de series

Un año más, los Emmys nos recuerdan que hay mucho cine más allá de la alfombra roja de los Oscars.

Mad Men, la serie protagonizada por el encantador publicista Don Drapper, esperaba batir todos los records y llevarse por quinto año consecutivo la estatuilla de “Mejor Serie Dramática”. Sin embargo, el jurado se rindió ante la protagonista indiscutible de esta edición de los premios: Homeland.

Esta producción de Howard Gordon y Alex Gansa, basada en la serie israelí Hatufim  y protagonizada por Claire Danes, cuenta la historia de una agente de CIA que sospecha que un marine estadounidense, hecho prisionero de guerra por Al-Qaeda, se ha pasado al bando enemigo, convirtiéndose en un importante peligro para la seguridad nacional.

Junto al premio a la “Mejor serie dramática”, obtuvo los de “Mejor actor” (Damien Lewis), “Mejor actriz” (Claire Danes) y “Mejor guion” (Alex Gansa, Howard Gordon y Gideon Raff, por el episodio piloto); todo un éxito para una serie que no prometía tanto en sus inicios.

El segundo gran éxito fue para “Juegos de Tronos”, una historia épico-fantástica ambientada en un pasado entre medieval y fantástico, cuya trama bélica tiene enganchada a millones de adeptos. Su punto fuerte, para el jurado, son los detalles técnicos, el vestuario y los efectos visuales.

Por último, la tercera serie más premiada ha sido, un año más, Modern Family. Además de amasar su tercera estatuilla consecutiva de “Mejor serie cómica”, Eric Stonestreet y Julie Bowen recogieron los premios a mejores actores de reparto.

Algunas series, ya clásicas en estos premios, han demostrado que todavía cuentan con el apoyo del público. Un caso claro es el de “Dos hombres y medio”, donde actúa Jon Cryer, una año más, considerado mejor actor de comedia.

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