Una maleta perfecta

Aunque parezca mentira, hacer una buena maleta puede ahorrarnos, además de muchos quebraderos de cabeza, también mucho dinero. Tener a mano en el lugar de destino todo aquello que puedas necesitar contribuirá a que disfrutes más de tu viaje y no te veas obligado a perder el tiempo realizando compras que, con una buena planificación, se podían haber evitado.

Pero tampoco hay que pecar por exceso, llevar cosas superfluas, cargando en exceso la maleta y exponiéndonos a tener que cargar más peso del que deberíamos o incluso a que nos cobren un extra en la facturación, en caso de viajar en avión.

Así las cosas, para organizarse, lo mejor es hacer una lista que, además, se puede guardar y utilizar siempre que se vaya a viajar. A la hora de hacerla, vale la pena tener en cuenta algunas cosas que, quizás, son las que más tienden a olvidarse: el adaptador de corriente, si fuera necesario; un pequeño botiquín con las medicinas imprescindibles; o el cargador del teléfono móvil. Puede sonar raro, pero la ropa interior, el desodorante o el pijama son algunas de las cosas que más tendemos a dejarnos; siguiendo nuestra lista, nos aseguraremos de que esto no pase. Del mismo modo, no conviene dejar en casa esos objetos versátiles que pueden terminar por sacarnos de un apuro: algunos ejemplos son el fular, las bolsas de plástico o un paquete de toallitas húmedas.

A la hora de colocar las cosas, también existen ciertos trucos para amortizar el espacio y asegurarnos de que la ropa se arruga lo mínimo. Conviene meter primero lo que más pesa y lo que menos se arruga, teniendo en cuenta que el neceser debe ir de lado, sobre las ruedas, para que quede abajo y erguido una vez la maleta se coloque de pie. Un buen truco es enrollar las prendas de algodón, además de ocupar menos, curiosamente, permanecerán mejor planchadas. Lo último en meterse deber ser el pijama, ya que es lo primero que suele necesitarse y es indiferente que se arrugue más.

En cuanto al ahorro de sitio, conviene encajar los zapatos e incluso aprovechar su espacio interior para meter cosas pequeñas (joyeros, cargadores…). Ir encajando objetos pequeños en los huecos es fundamental, al hacerlo conseguimos también que la ropa no se mueva y termine arrugándose.

Esperamos que os sirvan estos consejos y, sobre todo, ¡que disfrutéis del viaje!

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