Un perfume para cada personalidad

La llegada de la Navidad se nota, por encima de todo, en la gran cantidad de anuncios que nos ponen por la tele. La gran mayoría de juguetes y turrones, cava y comestibles en general. Pero los de perfumes tienen también mención especial, por su ‘rareza’ en muchos casos y por lo que un perfume puede significar. Y es que nuestra fragancia puede llegar a marcar nuestra personalidad, ‘dejar huella’, como reza algún que otro de estos anuncios. Pero… ¿tenemos realmente nuestro perfume?

Como cualquier otra industria, la de cosméticos y perfumes tiene dos o tres acontecimientos durante el año donde ‘hacer el agosto’. El día de San Valentín o de ‘los enamorados’ -14 de febrero- es uno de ellos. Pero sobre todo las Navidades. Tanto la llegada de Papa Noel como la de los Reyes Magos suponen el momento ideal, según las grandes marcas, para tener ese detalle con nuestra pareja, un familiar querido o alguien especial.

Pero el mundo de los perfumes y las fragancias es tan rico en matices y extenso en olores que es muy difícil saber dar en el clavo. Hay gente que es ‘fácil de regalar’ en este sentido. Pero para mucha otra, eso del perfume es algo delicado. Si lo que queremos es dar una sorpresa y no tenemos muy claro si acertar o no, lo mejor es indagar primero, con sutileza y tiempo. Aunque cualquier regalo se puede cambiar hoy en día, realmente es un fastidio no acertar.

El perfume o fragancia es para muchos algo muy especial. Tanto como la ropa que visten, los sitios a donde van, lo que comen, lo que leen, etc., etc. En una sociedad de consumo y éxito donde, al fin y al cabo todos tratamos de ‘comprar’ para ser más nosotros y marcar la diferencia, nuestro olor también es importante.

Y esta idea no se resume sólo al perfume. Cada vez más, fruto de esta sociedad de consumo, es el champú, el gel de ducha, la espuma de afeitar, las distintas cremas para el cuerpo, mascarillas, rimel, pintauñas… y así hasta hartarnos. Visto así podemos llegar a pensar que nos utilizan. Y realmente es un poco así, puesto que ninguno de estos artículos es necesario. Pero como no hablamos de salirnos de este círculo sino de ser nosotros mismos dentro de él, lo importante es saber elegir dentro de la gran variedad que existe. Sobre todo elegir lo que nos haga sentir bien con nosotros mismos.

Y por cierto, fijaos en los innumerables anuncios de perfumes. Es divertido intentar averiguar el sentido que tienen, a parte del comercial. Todos los años siempre hay dos o tres que nos dejan helados… aunque oliendo a rosas.

Comentarios

Deja un comentario