Un paso a la niñez

No es cuestión de ensalzar aquí a los ‘Peter Panes’ que se resisten a abandonar una niñez perpetua, pero sí es cierto que revivir, o mejor dicho, vivir algunos momentos del presente como los niños que fuimos en el pasado es sano para el espíritu y nos ayuda a enfocar la vida de un modo más positivo, disfrutando más de la diversión, de las bromas, de la alegría.  Así que Para ello nada mejor que divertirnos como niños. Y qué hay otra cosa hay más propia de la infancia que un campamento.

Un ejemplo lo encontramos este verano en la localidad madrileña deGetafe, cuyo ayuntamiento, a través de la Casa Municipal del Mayor, desarrolló en Julio y Agosto un campamento para mayores que no podían ir de vacaciones. Gracias a la fórmula del campamento urbano han podido viajar, conocer nuevos lugares y estar en compañía de amigos o conocidos, o hacer unos nuevos. Todas las mañanas, de lunes a jueves y durante dos horas, las 60 personas de entre los 55 y los 85 años que se apuntaron tenían la oportunidad de realizar todo tipo de actividades como pasear los rincones de la ciudad, ir a la piscina, juegos, manualidades, bailes… El resultado ha sido tan exitoso que el Ayuntamiento piensa en una próxima edición para el verano que viene.

En Cataluña hace un par de meses, la Escola Pia de Catalunya expertos en organizar campamentos infantiles, este verano se han estrenado con un campamento para los mayores en el Valle de Pineta, en Bielsa (Huesca) con excursiones (adaptadas a las posibilidades de los participantes), gincanas o la observación astronómica.

En lo fundamental estos ‘campamentos senior’ son muy similares a los de los más jóvenes, aunque lógicamente existen algunas diferencias. Por ejemplo, según explica Pere Vilaseca, pedagogo y director de estosCampamentos Jordi Turull a la revista Eroski Consumer, es que los mayores pueden gestionar ellos mismos su tiempo libre: “Ellos deciden qué desean realizar, a partir de una lista de posibles actividades, como macramé, manualidades, ir a buscar piedrecillas para un collage o troncos para tallar un silbato o un bastón” Otra diferencia importante es que, según Vilaseca, no se les da las cosas hechas, así que los mayores han de organizarse y repartirse las tareas para hacer la actividad que se les antoje.

En la ciudad o en el campo, los campamentos para senior son una oportunidad para disfrutar del entorno, de la compañía de los demás y retomar nuestra parte de niños, reprimida la mayor parte de nuestra vida, y poder divertirse y relajarse. De momento, también estos campamentos parecen que se repetirán en el 2012.

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