Un moreno casi infinito

En cuanto abandonamos nuestro ‘baños de sol’ del verano nuestra piel está condena a perder su  bronceado. La piel (concretamente la capa de la epidermis, que es donde se concentra la melanina que le da color) se regenera totalmente cada mes o mes y medio, por lo que en unos 90 días, si o nos exponemos al sol, el moreno veraniego desaparece.

Sin embargo, aunque la batalla por mantener el moreno más allá del verano y hacerlo sin pisar una cabina de rayos uva esté perdida,  se puede ganar alguna batalla y al menos prolongar nuestro moreno. Para ello hay dos puntos clave: la alimentación y la hidratación.

Hay dos componentes, la vitamina C y los carotenos, que hacen que nuestra piel alcance más fácilmente el moreno y que este se vea más bonito y también, claro está, que perdure más. Frutas y verduras son especialmente ricos en estos elementos, especialmente alimentos como laszanahorias, la naranja, la manzana, sandía, melón, tomates y lechuga.

Mantener hidratada la piel es igualmente fundamental si queremos alargar la duración de nuestro bronceado veraniego de forma natural, ya que las pieles secas se descaman más rápidamente. Como siempre comenzaremos por el interior con el, ya repetido casi hasta el hartazgo, consumo de al menos dos litros de agua diarios para que nuestra piel esté más sana y elástica. Ya en el exterior, lo más recomendable es aplicar a nuestra piel alguna de las cremas hidratantes. En este caso las más adecuadas son lashumectantes, que atraen el agua, y las que contienen urea, lanolina o glicerina. Además, a la hora de la ducha, escogeremos un gel igualmente hidratante o algún producto syndet, que limpian pero no contienen jabones y que comercializan diferentes marcas.

El toque final lo daremos con la exfoliación (una vez cada dos semanas), ya que al eliminar las células muertas que se acumulan en la piel conseguiremos que la hidratación sea más efectiva al tiempo que mejoramos la luminosidad y logramos un moreno uniforme y vistoso.

En cualquier caso siempre podremos lucir ese tono dorado valiéndonos de los autobronceadores, que no son peligrosos para nuestra salud ni dañan la piel. Se pueden encontrar en crema, en toallitas, en sprays.. La ventaja es que además de proporcionarnos el bronceado sin exponernos al sol, hidrata la piel. El problema es que debemos ser cuidadosos a la hora de aplicarlo, ya que de lo contrario no quedará el color uniforme.

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