Un jubilado resuelve uno de los enigmas matemáticos más difíciles del mundo

Se llama Thomas Royen, tiene 67 años y hace tres que descubrió, mientras se lavaba los dientes, lo que se conoce como la Conjetura de Correlación Gaussiana (GCI), una fórmula que establece que si dos formas se superponen, la probabilidad de que un dardo caiga dentro de las figuras unidas siempre será tan alta o mayor que la probabilidad de atinar en la región del rectángulo no solapado multiplicada por la de atinar en la región no superpuesta del círculo.

Decenas de matemáticos se habían estrujado el cerebro desde los años 50 para demostrar el planteamiento de esta conjetura, sin embargo, ninguno había logrado dar con la clave.

Nada más darse cuenta de que acababa de descubrir la fórmula del GCI, Royen encendió su ordenador y escribió con una ecuación clásica y en pocos folios su explicación al respecto, incluyendo la solución al enigma matemático. Más tarde decidió hacerlo llegar a una revista del Instituto de Ciencia de la Universidad de Tel Aviv, donde permaneció al menos tres años sin que le dieran demasiada importancia al hallazgo.

Sin embargo, hace poco, el documento llegó a la revista Quant Magazine y hoy Thomas Royen, un estadista jubilado, está en boca de los matemáticos más conocidos gracias a su gran hazaña.

Ahora, Royen anima a los jóvenes a utilizar su imaginación y creatividad para tratar de resolver nuevos teoremas.

Foto: Google Imágenes

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