La ruta del Cares es uno de los recorridos más conocidos que atraviesan los Picos de Europa; tal es su fama que se recomienda no realizarla durante los meses de vacaciones, ya que las aglomeraciones pueden resultar molestas, no dejando disfrutar al máximo de la belleza de esta senda. Su recorrido atraviesa el desfiladero que sigue el río, gracias a un trayecto imposible excavado el la roca, de unos 11 kilómetros de distancia, que une los pueblos de Caín (León) y Poncebos (Asturias). La caminata es bastante sencilla y accesible a personas de todas las edades; para realizarla, ni siquiera es necesario llevar una equipación específica, basta con unas zapatillas de deporte y una mochila; aunque si se tiene calzado específico de montaña, mucho mejor. Eso sí, siempre conviene tener cuidado con las piedras del camino, sobre todo durante las subidas y bajadas.
Puentes y cuevas excavadas en la roca surgen durante el camino en el espléndido marco de los Picos de Europa, dando lugar a un paisaje excepcional, que muchos han calificado como uno de los más bellos de Europa. Tan sólo hacen falta unas dos horas y media para culminar este recorrido, poblado de trepidantes precipicios y de hermosísimas vistas de la garganta del Cares.
Se recomienda ir provisto de agua, ya que el recorrido es largo y hay bastantes tramos sin sombra alguna, y de algo de comida; sobre todo si vais a un ritmo lento o decidís hacer la ruta de ida vuelta (unos 22 kilómetros y el doble de tiempo).
Para disfrutar al máximo de los Picos de Europa, lo propio es, por lo menos, animarse a pasar el fin de semana. La oferta de posadas y casa rurales en la zona es extensísima y de calidad, por lo que es muy fácil encontrar un alojamiento en condiciones, en un entorno idílico, por muy poco precio. No debemos olvidar tampoco la oferta gastronómica de la zona, una de las más suculentas de España. Sin duda, el pote, la fabada, el cabrito guisado o la merluza de anzuelo harán las delicias del estómago más exigente.
