Un chocolate de lujo

El chocolate es uno de esos comestibles que no sólo alimenta nuestro cuerpo, sino también nuestra alma. Y es que además de sus propiedades para mantener en forma el corazón o reducir el riesgo de padecer cáncer, nos produce una sensación de bienestar (gracias a su contenido de toda una serie de sustancias estimulantes y euforizantes como la feniletilamina, de la familia de las anfetaminas). También contiene antioxidantes que previenen de la degeneración de las células que provoca diferentes enfermedades… Pero centrémonos en la parte más placentera del chocolate, y en la más delicada para hablar de los ‘chocolates de lujo’.

¿Cómo reconocemos un chocolate “gourmet”? tres criterios nos pueden servir de guía: Ingredientes de calidad, una preparación artesana y minuciosa y una presentación artística. Hay que estar seguro que una parte de la manteca de cacao no es reemplazada por grasas vegetales. El cacao y la manteca de cacao deben encontrarse delante del azúcar en la lista de los ingredientes. No debe tener conservantes y una indicación de duración de frescura debe ser mencionada por el fabricante. Por último, el embalaje debe igualar el contenido. Aunque esto puede parecer presuntuoso, un artículo de lujo debe de tener una bella presentación.

Pensar en los chocolates más costosos y exóticos es llegarnos hasta tierras belgas, suizas y francesas. Una de las más exquisitas firmas chocolateras es la francesa Maison Du Chocolat, Su secreto es el chocolate amargo aunque ofrece una colección exquisita de chocolates finos, incorporando trufas, pastas de frutas y castañas. Su dueño Robert Linxe cultiva el buen gusto y la excelencia. Las recetas son cuidadosamente elaboradas, especialmente la selección del cacao, de hecho ningún producto de la casa contiene más de 65% de cacao.

Una de las la fuentes de cacao más fina del mundo es Richart Paris, que lleva deleitado durante 86 años con sus exquisitos chocolates, resultado de la apuesta por mezclar sabores, esencias y texturas. Incluso su dueño, José Richart, fue el pionero al atreverse a elaborar chocolates con aceite de oliva. Pero si hablamos de sabores innovadores nada mejor que cruzar el charco para llegar a la fábrica neoyorkina Christopher Norman Chocolates, pequeñas delicias que además son pintadas a mano y cuidadosamente empaquetadas. También en New York se encuentra Mariebelle New York, con una combinación de ingredientes eclécticos y técnicas artesanales, que terminan siendo verdaderas obras de arte, que hacen parecer a los chocolates verdaderas joyas semipreciosas, especialmente por la forma en que son empacados en bellas cajas italianas.

Pero no es posible olvidar, en este pequeño repaso, a uno de los grandes por excelencia, Pierre Marcolini, que desde Bruselas elabora los que se pueden considerar los mejores chocolates del planeta, utilizando para ello la materia prima más exquisita, buscando cada año el mejor cacao en grano por todo el mundo (América Latina, México, Madagascar, Trinidad, etc.). Es difícil escoger una selección de chocolates ya que los sabores pueden ser muy distintos al usar en su elaboración frutas, champagne y otros licores, frutos secos o especias de todo tipo, no obstante el personal de la tienda da a probar para facilitar la elección.

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