Un cero para el vino

De seguro que más de uno lo considerará una aberración, pero también habrá quien vea en este producto una nueva alternativa y desde luego negocio: el vino SIN. Sin alcohol, claro está., y sin calorías, como no podía ser menos en esta era nuestra de los productos ‘Light’ o ‘Diet’ (como dirían los angloparlantes). Comercializado con la marca EminaZero, es obra del Grupo Matarromera, establecido en Castilla-La Mancha, este producto es el primero elaborado al 100% con vino que no tiene alcohol ni calorías. La presentación va a ser en dos formatos: botella de 750 mililitros y en lata de 200. Hay cuatro variedades: tinto, blanco, rosado y espumoso (según sus creadores el primer champán 0,0% del mercado).

Para el consumidor, sobre todo los de paladar y gusto más exquisito, la cuestión principal es la del sabor. Según explican los responsables, existen ciertas diferencias entre el líquido envasado en latas del embotellado, de forma que en el primer caso se trata más de un refresco con burbujas (por lo que se recomienda su consumo en frío, entre 8º y 9º), mientras que en el caso de las botellas el contenido carbónico es considerablemente menor, asemejándose a los vinos de aguja, que tienen algo de gas y la temperatura recomendada para ser bebido es de entre 8º y 11º. Evidentemente este nuevo producto no es lo mismo que los caldos ‘tradicionales’, y así lo reconocen sus creadores, pero puede ser una alternativa para determinados momentos y consumidores, que podrán disfrutar de un aroma, sabor y aspecto del vino.

Las expectativas de comercialización que tienen en el Grupo Matarromera son bastante elevadas, teniendo en cuenta el amplio público que, por diferentes motivos, no puede beber vino, desde jóvenes, mujeres embarazadas, conductores, deportistas… hasta, por ejemplo, colectivos tan grandes como los países musulmanes, budistas, evangélicos… que suponen cerca de 3.500 millones de personas.

Para los responsables del Grupo Matarromera, EminaZero no es su primera experiencia en el sector de los vinos sin alcohol, ya que desde finales del 2008 viene comercializando EminaSin, un producto que cuenta con un 0,5% de volumen de alcohol y 4,9 kilocalorías por cada 100 mililitros. También otras empresas cuentan con vinos sin, salvando las distancias dadas las variedades de uva y el proceso empleado. Así, la bodega Torres lanzó Natureo, el primer vino blanco sin alcohol de España.

A la hora de ‘desalcoholizar’ un vino ‘sin’ cada bodega emplea una metodología distinta, aunque a grandes rasgos, lo que se hace es separar los diferentes componentes del vino: primero os aromas, por ser los más volátiles, luego los alcoholes y finalmente el resto. En cualquier caso, siempre queda una pequeñísima cantidad de alcohol, ya que si se eliminase por completo, se perderían también los aromas. Por lo que concierne al proceso de ‘desalcoholización’ de un vino 0,0, éste comienza en el mismo viñedo, donde con diferentes tratamiento vitivinícolas, se logra obtener una uva con un bajo grado de alcohol, para luego ser sometida a una vinificación experimental que permite obtener un vino muy aromático y de baja gradación alcohólica. A continuación se ‘desaromatiza’ y se ‘desalcoholiza’ con un sistema denominado Columna de Conos Rotatorios. El último paso es someter al caldo obtenido a una reconstrucción organoléptica de segunda generación.

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