Un auto de cine

Hablar de lujo es hablar de coches, y si hablamos de coches de lujo no podemos pasar por alto los Aston Martin, marca fundada por el piloto automovilístico Lionel Martin en 1914. Desde sus comienzos una de las señas de identidad de estos coches, de un diferenciado estilo inglés, ha sido su fabricación prácticamente artesanal en pequeñas series (entre 1957 y 2000 produjo un total que no llegó a doce mil unidades), lo que le ha llevado a mantenerse durante 40 años en números rojos hasta 1962.

No está de más recordar que la Aston Martin, como otras grandes firmas automovilísticas, ha tenido una destacada participación en numerosas competiciones de gran turismo, dando la réplica a Maserati y Ferrari. Siempre con esa fusión entre lo deportivo y lo elegante, en la actualidad produce 4 gamas distintas: el DB9,

Lujo, belleza, potencia… pero, sobre todo, algo que cuesta definir pero que es fácil de reconocer: la clase. Eso representan los Aston Martin, pero probablemente lo haga de manera más especial el modelo DB5, sin duda el más popular por ser conducido por el agente secreto más conocido en el mundo, James Bond, desde su tercera aventura, ‘Goldfinger’, en 1964, cuando se lanzó este deportivo fuera de serie. Desde entonces, en su versión gris metalizado, ha aparecido en cinco de los episodios de la saga de OO7. En Casino Royale y Quantum of Solace se utilizó el modelo DBR, pero en la recién estrenada Skyfall el espía del servicio británico de inteligencia ha recuperado el mismo modelo DB5 que hace más de 40 años condujo Sean Conery, y cuyo original se vendió por más 4 millones y medios de dólares. En total los Aston Martin han aparecido en diez películas del agente británico, siendo uno los vehículos más vistos a lo largo de la saga. Pero además, el DB5 se ha considerado uno de los más bonitos producidos por la marca británica, que lanzó 1.000 unidades, valoradas cada una de ellas en unos 100.000 dólares.

Pero Aston Martin no vive de un glorioso pasado y ha ido adaptándose a los nuevos tiempos haciendo una decidida apuesta por lo tecnológico, por la fiabilidad de sus componentes y el respeto al medioambiente. Entre las últimas novedades producidas por Aston Martin se encuentra el Vanquish, el sustituto del actual DBS, con doce cilindros en V y 5,9 litros que proporcionan 565 CV de potencia y 63,2 mkg de par, permitiendo alcanzar los 295 km/h. Además, 77 personas, afortunados millonarios, pueden disfrtutar del último modelo de la casa, el Aston Martin One-77, uno de esos hitos del coleccionismo al precio de un millón de euros, y del que ya están vendidas todas las unidades. Un exclusivo gran turismo con el que la marca ha establecido su propio récord de velocidad: 354,86 km/h.

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