Un año sin Suárez

Miles de personas se acercaban al Congreso de los Diputados para despedirse, hace ahora un año, del que fuera el primer presidente del Gobierno de la democracia española (1976-1981).

Adolfo Suárez, el artífice de la Transición en nuestro país nos dejaba a los 81 años víctima del Alzheimer. Él, que paradójicamente, hacía años que no recordaba haber sido un político ejemplar y un gran hombre de Estado, pasaba a formar parte de la memoria histórica de esta España en crisis (económica y de valores) que ahora admira el trabajo del que un día pudo prometer y prometió.

Suárez fue un político de raza, un apasionado de su trabajo y un enamorado de su país y eso es, precisamente, lo que le llevó a convertirse en un abanderado del diálogo y el consenso, dos pilares que facilitaron el cambio de una España dictatorial a otra en la que empezaba a verse, aunque de lejos, la libertad.

Ahora ya ni el Alzheimer ni los años podrán borrar lo que Suárez hizo por este país. Es tiempo de agradecimiento y para el recuerdo de alguien que se dejó la piel para que hoy seamos un poco más libres que entonces… un poco más demócratas.

Ojalá su ejemplo marque el rumbo hoy de esta España tan desencantada con el sistema político y su amor por nuestro país sirva de bálsamo para curar las heridas del pasado y no repetir los mismos errores.

Foto: Google Imágenes

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