Turismo volcánico

Hoy, en nuestra sección dedicada a los viajes, proponemos algunos destinos menos convencionales que normalmente y os presentamos un tipo de turismo un poco diferente, pero no por ello menos interesante, aunque quizá sí más intrépido.

Empezaremos nuestro recorrido volcánico mencionando algunos “clásicos” dentro de Europa, para luego pasar a los destinos más exóticos. Desde España, resulta imposible no hacer alusión a la montaña más alta del país que, precisamente, es un volcán: el Teide. Situado en la Isla de Tenerife, es uno de nuestros enclaves más sorprendentes; la vegetación y el paisaje varían bruscamente entre cotas, ofreciendo vistas lunares y agrestes a escasos metros de frondosos y selváticos bosques. Colores cambiantes y paisajes imposibles caracterizan a esta isla dominada por la cumbre de un volcán, casi siempre nevada, que mira impasible el frenético movimiento turístico de las playas del sur, uno de los destinos turísticos más deseados de Europa.

Vista del Etna desde Taormina

Italia es otra tierra famosa por sus volcanes, ¿quién no ha escuchado hablar del Vesubio, cuya erupción, en el año 79, terminó con Pompeya y Herculano? Se trata, además, de uno de los volcanes activos más peligrosos del mundo, principalmente por la densidad de población que encontramos a sus alrededores. Sin embargo, vale la pena arriesgarse y visitar las ruinas de estas dos ciudades romanas, contemplando la cima del Vesubio como telón de fondo. Gracias a la peculiar destrucción de estas dos urbes, se han conservado extraordinariamente bien con el paso del los siglos y nos ofrecen una excepcional perspectiva de lo que debieron ser en su día las villas romanas.

También es muy famoso el Etna, en Sicilia, del que se vislumbran magníficas vistas desde el anfiteatro de Taormina, una pequeña ciudad muy conocida por su lujoso turismo.

Vista del Villarrica

Salimos de Europa para recalar en América Latina –más concretamente en Chile- donde encontramos el Villarrica, un volcán situado en los Andes que en lengua mapuche es conocido como Rucapillán (casa del demonio). Un destino obligado para los esquiadores y los andinistas, quienes -tras seis horas de caminata- pueden disfrutar de asombrosas vistas de los volcanes vecinos.

En Costa Rica es famoso el Poás, de gran atractivo para los turistas por su fácil acceso. A través de una carretera asfaltada se llega al cráter, uno de los más grandes del mundo. Pero quizá, sea más atractivo su volcán vecino, el Botos que, ya inactivo, cobija en su cráter un bellísimo lago de color verde claro que mide 365 metros de diámetro.

Monte Fuji

Muy famosos también son los volcanes del sudeste asiático, entre los que destacan el Bromo -en la Isla de Java (Indonesia)- y el Mayón, en Filipinas. Este último rivaliza en belleza con el famoso Monte Fuji, en Japón, que es, probablemente, uno de los volcanes más famosos del mundo, por su hermosura y por haber servido de inspiración de miles de artistas.

Y, por último, una noticia como esta no podíamos terminarla sin mencionar los volcanes islandeses. El más conocido, a causa de los múltiples problemas que causó su reciente eurupción, es el Eyjafjallajökull. Sin embargo, de cara al turismo, hay que mencionar el Snæfellsjökull que también goza de gran fama, gracias a la novela de Julio Verne “Viaje al centro de la tierra”.

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