Turismo familiar en Peñíscola

Peñíscola ha recibido el sello de “Turismo Familiar” por ser un lugar recomendado y perfectamente adaptado para toda la familia y por cubrir todas las necesidades de actividades, instalaciones y servicios que precisan los miembros de ésta, desde los más pequeños hasta los mayores.

Esta localidad de la costa mediterránea, que es un destino ideal para esos paseos a la orilla del mar, con la brisa en la cara y la arena acariciando nuestros pies descalzos… ha sido elegida por la Federación Española de Familias Numerosas, además, como un lugar privilegiado para vivir momentos inolvidables con los nuestros.

Por eso, ahora que se acerca el buen tiempo, las vacaciones y que pasamos más tiempo con nuestros hijos y nietos, éstas son nuestras recomendaciones si decidís viajar a este lugar mágico de Castellón:

Cómo llegar: Si prefieres dejar el coche en casa y relajarte en tus vacaciones, esta localidad ofrece la posibilidad de ir tanto en autobús como en tren.

Alojamiento: Peñíscola vive en gran parte del turismo, por lo que cuenta con una gran oferta de hoteles con vistas al mar, hostales que incluyen todo tipo de comodidades, casas en alquiler a precios muy recomendables e incluso, para los más arriesgados, un camping en el centro de la ciudad.

Gastronomía: además de ser la cuna de la dieta mediterránea, al tratarse de un lugar de pesca, El “All i pebre” de rape, el “Suquet” de pescado, los mariscos o su plato típico con denominación de origen, los “caragols punxents” podremos degustarlos en cualquiera de sus restaurantes a lo largo de los cinco kilómetros de la Playa Norte o Playa Sur, en los que no debemos olvidarnos de los arroces, tan típicos de la zona y decorados tanto con frutos del mar como de productos de la tierra. Y de postre no pueden faltar los autóctonos “flaons de Peñíscola”, unos deliciosos pasteles de requesón y almendra.

Actividades para todas las edades: como la mayor parte de los turistas acuden a Peñíscola con sus hijos y nietos (un 70% de los turistas de esta localidad son familias), existen infinidad de concursos, conciertos, fiestas y deportes en cualquier época del año. Además, los centros médicos y farmacias se encuentran fácilmente accesibles en caso de emergencia.

Visitas obligadas: el famoso Castillo del Papa Luna, considerado monumento histórico-artístico, la fortaleza templaria de 1307 con sus murallas, el parque de artillería, el faro que aún sirve de aviso luminoso de los navengantes, el museo del mar o el puerto, donde se encuentra la Lonja en la que se subasta el pescado cada día.

Playas: Basseta, Santa Lucía, Las viudas o Puerto azul son sólo algunas de las 16 playas y calas con las que cuenta Peñíscola, bañadas por aguas mediterráneas y con una temperatura perfecta para pasar una estancia inolvidable.

Para los lobos de mar: no podemos dejar de disfrutar de la Estación Náutica Benicarló-Peñíscola en la conocida como Costa Azahar, donde pequeños y mayores podremos practicar deportes náuticos, observar reservas marinas y hacer natación.

Ya casi huele a verano, y eso que el invierno no ha acabado todavía y aún nos quedan los 3 meses de floreada primavera, pero siempre es buen momento para vestirse con colores alegres, pasear en mangas de camisa y hasta meter el traje de baño en la maleta ¿Te animas?

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