Cada año por estas fechas, mientras muchos se frotan las manos con sus inminentes vacaciones o se pavonean de sus recientes viajes, a muchas familias se les plantea un problema con frecuencia irresoluble: como compaginar salir bastantes días de casa con el cuidado de sus mascotas.
Las opciones pasan por el canallesco abandono, por el ingreso de los bichos en residencias no siempre al alcance de todos los bolsillos o por llevarlos con uno de travesía. Pero esta última posibilidad, que sería la más natural, supone también dificultades logísticas considerables.
No obstante, no se trata de un asunto menospreciable. Según un censo aproximado, hasta un 25% de hogares cuentan al menos con un perro, y casi un 14% más con un gato. Una cifra que el sector de la hostelería no puede despreciar y que ha llevado a aumentar la oferta de alojamientos que permiten hospedar animales. Y aunque se siga a la cola europea, el número de hoteles que permiten el acceso a las mascotas de los dueños ha crecido en siete años de 1.938 a 2.522.
La Guía para viajar con animales de compañía 2008 de Viena ediciones, confeccionada por la Fundación affinity, tiene precisamente la intención de recoger todos esos datos y facilitar información a todas aquellas personas que no se planteen separarse de su perro, gato y etc. durante sus escapadas. Se trata de poder planificar los desplazamientos de acuerdo con esa limitación, evitar sorpresas desagradables de última hora y aclarar ciertos detalles, como los requisitos para volar o utilizar otros medios de transporte.
Además del listado de hoteles antes citado, la guía incluye también 1.700 casas rurales, así como distintas facilidades, de clínicas veterinarias a protectoras de animales.
