Cada vez más los expertos insisten en destacar cómo los alimentos inciden en nuestra salud. Sin embargo, y aunque cada día hay nuevos datos (que en no pocas ocasiones se contradicen en un espacio de tiempo relativamente corto), esto no es algo nuevo. Quién no ha escuchado desde pequeño que las espinacas aportan energía (¡qué sería de Popeye sin ellas!), que la zanahoria es de lo mejor para tener la vista de un águila…. en fin, que de nuevo, nada, aunque sí es cierto que la lista de alimentos y sus propiedades se va ampliando y modificando. Entre los últimos descubrimientos al respecto se encuentra la implicación que el consumo de frutas y verduras tiene en la mejora de las funciones cognitivas, es decir, del cerebro.
Según un grupo de científicos alemanes de la Universidad Heinrich-Hein de Düsseldorf (Alemania), las personas que consumen frutas y verduras en las cantidades recomendadas (5 raciones al día) tienen una mayor capacidad de generar antioxidantes naturales y presentan una mejor función cognitiva. Estos resultados son decisivos a la hora de prevenir enfermedades degenerativas, como por ejemplo el Alzheimer u otras demencias.
Hay que tener presente que las verduras y frutas que proporcionan un mayor aporte de antioxidantes son las que tienen un color rojizo, morado o azulado; como bayas, col, lombarda, berenjena o granada. Éstas contienen una sustancia llamada antocianina, cuyas propiedades antioxidantes han sido evaluadas incluso en la prevención del cáncer. Igualmente, las hortalizas de hoja verde (espinacas o acelgas), cuya concentración de vitamina C es bastante elevada, ayudan a proteger nuestro sistema inmunitario.
Teniendo en cuenta estos nuevos datos, toma más fuerza la recomendación de dar una mayor importancia a las verduras y frutas a la hora de alimentarnos, sin importar la estación del año en la que nos encontremos.
