Tenerife, la isla de los contrastes

Ya hace mucho tiempo que las Islas Canarias se han convertido en un lugar de referencia para viajeros de todo el mundo. Alemanes e ingleses, principalmente, huyen del mundanal ruido -o más bien, del mundanal frío- de sus lugares de origen, para refugiarse en las siempre templadas temperaturas de estas islas. Cualquiera de ellas es un acierto a la hora de tomarse unas vacaciones de relax pero si, además de sol y calma, lo que buscas es disfrutar de la naturaleza, hacer turismo de aventura o sumergirte en un panorama cultural diverso; no le des vueltas, elige Tenerife.

Es la Isla más poblada del Archipiélago y en ella se encuentra su capital, Santa Cruz de Tenerife, una ciudad que nada tiene que envidiar a otras grandes urbes peninsulares. Cuenta con buenos ejemplos de arquitectura contemporánea; como el auditorio de Santiago Calatrava, el TEA -un museo de arte contemporáneo proyectado por Herzog & de Meuron-, el Espacio Cultual “El Tanque” -una refinería transformada en sala expositiva y de conciertos-, o la Plaza de España, recientemente remodelada por la misma pareja de arquitectos que llevaron a cabo el TEA. Del mismo modo, fuera de la capital existen también buenos ejemplos de arquitectura actual, entre los que destacan los edificios de los arquitectos locales Artengo, Menis y Pastrana.

Lejos del bullicio de Santa Cruz, un paraíso para las compras con una oferta gastronómica y de servicios envidiable, nos encontramos con la naturaleza en estado puro que, en este caso, se personifica en el mítico volcán que domina la isla: el Teide. Para amantes del senderismo y la naturaleza son miles las rutas que en sus alrededores pueden hacerse, algunas destacan los paisajes más volcánicos, mientras que otras se centran en la exuberante naturaleza que se contempla en la subida hacia la cima del volcán. Vistas lunares y escenarios selváticos se suceden en pocos metros, permitiendo al turista disfrutar de la playa y una hora después caminar sobre la nieve que corona el poderoso cráter del Teide.

Para los que sólo busquen descanso y playa, lo mejor es el sur; donde la oferta de hoteles y resorts “todo incluído” se multiplica causando furor entre el turismo extranjero. Si, por el contrario, lo que te apetece es ver pueblos con encanto, en los que tradición y belleza se dan la mano, no te pierdas el norte de la isla, en especial la encantadora ciudad de Garachico, un hermoso remanso de paz.

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