Tai-chi: El control de la mente y el cuerpo

Unos de los accidentes más frecuentes en la tercera edad son las caídas, algo que si en otro momento no ha de conllevar mayor importancia, a partir de los 65  puede suponer un auténtico peligro. el 30% de los mayores de 65 años sufren una caída anual en su domicilio, porcentaje que asciende de manera notable a medida que aumenta la edad, superando el 50% a los 80 años. Además las consecuencias de estos ‘tropiezos’ pueden acabar desembocando en un deterioro funcional y la consiguiente pérdida de la independencia. Pero no nos alarmemos. Una de las formas más efectivas de prevenir las caídas es el ejercicio, y especialmente con la práctica del Tai-chi.

Para aquellos a los que esto del Tai-chi les suene a chino, diremos que se trata de un tipo de ‘gimnasia’ china en la que se realizan una serie de movimientos suaves, lentos y coordinados, que se van encadenando siguiendo un esquema establecido. Este arte marcial tiene su origen en la China Imperial y hoy en día es tal el número de sus practicantes que son habituales las concentraciones diarias de miles de personas en la mayoría de los parques de la actual República Popular China. Su objetivo es conseguir el equilibrio físico y mental controlando los movimientos gracias a la respiración y la concentración.

Según la medicina tradicional china ejercitar esta serie de movimientos es una forma de mantener la salud espiritual y física del ser humano, más que como tratamiento para determinadas enfermedades o dolencias. También, investigaciones desarrolladas por la medicina occidental, han mostrado que la práctica regular del Tai-chi tiene diversos efectos positivos sobre diferentes aspectos de la salud física y psíquica, como el sistema circulatorio, el sistema inmunitario, la percepción del dolor, el equilibrio y en general sobre el control corporal, la movilidad y la fuerza. De ahí que, aunque hasta ahora no se ha incluido en las directrices clínicas oficiales, hace tiempo que se aconseja para reducir el riesgo de caídas y fracturas. Un ejemplo es el estudio realizado en 2009 y publicado en la revista “Medicina Clínica, según el cual, los movimientos lentos y rítmicos del taichi, que requieren rotación del tronco, desplazamiento del peso y coordinación entre los movimientos de las extremidades, mejoran el equilibrio y ayuda a reducir el riesgo de caídas hasta en un 19%. Tal es así que las sociedades americana y británica de gerontología han incluido el Tai-chi, por primera vez, como recomendación para prevenir las caídas entre la población mayor. También la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) incluye este arte marcial milenario como medida no farmacológica para la prevención de caídas y fracturas, junto al abandono del consumo de tabaco y una dieta equilibrada. Incluso empieza a ser frecuente en los geriátricos como complemento a la rehabilitación fisioterapéutica.

El Tai-chi está encuadrado como un ejercicio aeróbico de baja intensidad, aportando los mismos beneficios para el corazón que cualquier deporte con estas características, pero sin forzar articulaciones ni músculos. Por estos motivos es recomendable en personas de edad avanzada. Además, al ejecutarse de forma pausada, las personas con problemas en las articulaciones pueden seguirlo sin demasiadas dificultades. Pero además, es beneficioso para otras enfermedades en cuyas terapias se recomienda realizar ejercicio de manera constante, como la diabetes tipo 2. Si estás interesado en esta disciplina puedes visitar la web http://www.aprendetaichi.com/.

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