Simplemente Delamain

Los orígenes del Cognac tienen dos grandes momentos. El primero cuando los bodegueros de la Santoña empiezan a ver que si destilan y envejecen en madera sus vinos ganan muchos enteros, conservan mejor su producto para largos viajes y sube su demanda. El segundo cuando unas cuantas familias de emprendedores, británicos o franceses exiliados, se instalan en la Charente atraídos por ese floreciente negocio y entre finales del siglo XVIII y principios del XIX revolucionan su proceso de vinificación.Y si no fuera porque aún son poco conocidos en nuestras latitudes, sería ocioso abundar en los méritos que en ello presentó el linaje de los Delamain. Una familia franco-irlandesa de prosapia ilustre que ha tenido entre sus miembros a editores, ornitólogos y al más importante cronista de la historia del Coñac.  Pero, sobre todo, a una de las embotelladoras más finas y originales de tan distinguida bebida.

Exclusivamente dedicados a los coñacs de alta gama, es también un orgullo de Delamain proclamar que no existe en esa categoría mejor relación calidad-precio en el mercado. Sin embargo, cuando hablamos de estas calidades, no hay que esperar gangas.
El Vesper es el ejemplo más preclaro de ello. Como todos sus productos envejecido y mezclado con cosechas de Grande Champagne, muestra toda la delicadeza del proceso de reducción distintivo de la marca. Con su final largo, su persistencia y su paladar suntuoso, y un nombre que acierta al evocar las horas del anochecer y el canto de alabanza que merece en los monjes. También por la belleza de sus reflejos de ámbar y oro.  En parejo pedestal se encontraría la Réserve de la Famille.

Y por encima de todo, destacan sus Vintage, esa gamma de cosechas únicas que sólo un puñado de marcas privilegiadas están autorizadas a comercializar. Hablamos de los catalogados con el histórico término de “pronto desembarco” y con el nombre comercial de Millésimés. Cerrados bajo siete llaves y con un férreo control de salida por parte de las autoridades de la Denominación de Origen, a la disposición del auténtico sibarita se encuentran botellas datadas de 1960, 1963 0 1949. Siempre, claro está, que pueda hallarlas y comprarlas.

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