Siempre Venecia

Se estrena la 55ª edición de la Bienal de Venecia, cargada de importantes novedades, como la incorporación del Pabellón del Vaticano a la muestra.

La pregunta sobre dónde se enmarca exactamente el arte religioso en nuestra época llevaba mucho tiempo rondando algunas cabezas pensantes. La expresión artística, desde sus comienzos, ha estado muy ligada a la fe; hay quienes descubren, incluso en las Cuevas de Altamira, un sentido mágico-religioso del que si bien no tenemos certeza, las paredes parecen hacer gala.

A lo largo del siglo XX podría decirse que se dio un giro radical en este sentido y el arte, en lugar de trabajar para la religión, se volvió, en cierto modo, en su contra; convirtiéndose en una de las vías más feroces para criticarla. Aunque lo cierto es, que de un modo u otro, la cuestión de la fe siempre ha estado presente, pese a que el arte contemporáneo y la expresión religiosa de nuestro tiempo no hayan tenido prácticamente ningún feliz encuentro.

Este año, en la Bienal de Venecia -una muestra que recoge las ultimísimas tendencias artísticas de todo el globo- la fe estará de nuevo presente, pero esta vez por partida doble. El Vaticano, como cualquier otro Estado, tiene derecho a optar por un espacio donde mostrar sus obras y, tras tres años estudiando el proyecto, han resuelto estar presentes en la muestra que abrió sus puertas ayer, y que podrá visitarse hasta el próximo 24 de noviembre.

Gracias a los patrocinios, el Pabellón de la Santa Sede, en un lugar privilegiado del Arsenale, se ha estrenado mostrando el trabajo del fotógrafo Josef Koudelka, el artista plástico Lawrence Carroll y la vídeo-instalación de Studio Azzurro. Todos se han inspirado en los once primeros capítulos del Génesis, tratando temas como el misterio de la creación, la aparición del mal o la superación del hombre.

En cuanto a la muestra central, como todos los años, ha sido proyectada minuciosamente por un comisario. El elegido de este año, Massimiliano Gioni, ha elegido como título para la exposición “El Palacio enciclopédico”, se trata de un guiño al proyecto utópico del artista Marino Auriti de construir un museo del saber universal. Para Gioni, las artes han tratado de capturar la belleza, la variedad, la realidad de la vida y –en la medida de lo posible- eso pretende mostrarnos con su selección de trabajos.

Los más aclamados de esta edición han sido el pabellón de Angola, otra novedad de la 55ª Mostra, y el artista Tino Sehgal, ganadores de los preciados Leones de Oro, en sus respectivas categorías. Ai Weiwei, Alfredo Jaar y Camille Henrot son otros nombres a tener en cuenta si se va a organizar una escapada a este evento bienal que nuca defrauda y resulta imprescindible para estar al día del arte del presente.

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