Saca las uñas

Nuestras manos dicen mucho de nosotros, y especialmente las uñas: si somos descuidados, cuidadosos, nerviosos… Así, que nada mejor que seguir algunas pautas esenciales para mostrar unas uñas espléndidas. Lo primero en lo que debemos fijarnos es en mantener una adecuadahigiene y para ello utilizaremos un pequeño cepillo de uñas o incluso un cepillo de dientes destinado a estos nuevos menesteres. Hay que ser especialmente cuidadoso en el secado, ya que así se absorberán mejor los productos que apliquemos a continuación.

Como no hay nada que dé mejor aspecto que la belleza, cuidaremos de tener unas uñas sanas; si se quiebran o se parten fácilmente, se puede deber a la falta de calcio o porque las mantengamos mucho tiempo en agua. En este caso se pueden fortalecer con productos específicos para este problema, que aportan los elementos nutritivos, proteínas, vitaminas y minerales básicos para favorecer el crecimiento sano de las uñas. Para aplicarlos lo haremos realizando un masaje hasta que el producto se haya absorbido completamente. Dejaremos secar y repetiremos la operación dos o tres veces; así se adquiere resistencia y elasticidad.

Además, para evitar que se abran en capas, las limaremos siguiendo una única dirección (lo mejor es ir de arriba a abajo y de abajo a arriba) con la lima inclinada hacia arriba, y al cortarlas (procuraremos hacerlo tras la ducha para que estén más blandas), tendremos especial cuidado con los laterales.Es recomendable usar limas de cartón, madera o cristal, pero no las de metal, que dañan las capas de queratina.

El siguiente paso es eliminar las cutículas, para lo que empezaremos aplicando una crema específica. A continuación, empujamos  hacia dentro con un palito de naranjo, dando forma a la uña y sacando los padrastros. Seguidamente sumergiremos los dedos en agua templada para eliminar el producto. Nunca deben cortarse las cutículas porque crecen más fuertes.

Acabada la fase del cuidado ya podemos pasar a la de la ‘decoración. Existen muchas posibilidades, desde utilizar un simple brillo, hasta decorarlas con pequeños brillantes, pasando por la ‘tradicional’ manicura francesa. A la hora de aplicar el esmalte es muy importante aplicar capas finas (preferiblemente tres: primero una en el centro y luego a ambos lados desde la base hasta la punta) y esperar a que se seque para poner la siguiente. También es importante que el esmalte esté bien conservado y para ello lo mejor es que esté en el frigorífico. Antes de abrirlo hay que mover el frasco rotándolo entre los dedos horizontalmente. En cuanto a los colores no sólo hay que tener en cuenta las modas y el gusto personal, sino también factores como el color de la barra de labios que vamos a utilizar, la ropa, el momento y el lugar en el que nos encontramos. Por ejemplo, si vamos a ir de viaje, lo más práctico son los esmaltes de larga duración de un color transparente o porcelana, así podremos despreocuparnos durante unos días. Para diario lo mejor es el brillo transparente, ya que da sensación de limpieza, combina con todo y no queda cursi si haces deporte. Los colores claros como el beis y el rosa también son buena opción para diario.

Finalmente, si eres de esas personas que no pueden evitar morderse las uñas hasta el muñón, prueba a usar esmaltes de sabores amargos o uñas postizas que te impidan morderlas e ir perdiendo el hábito paulatinamente y poder lucir unas bonitas y sanas uñas.

Si quieres ver un ejemplo práctico, aquí te dejamos un vídeo explicativo.

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