Recupera tu piel después del verano

Sin las debidas precauciones, el sol del verano puede tener efectos desagradables la como las arrugas profundas y surcos, la pérdida de elasticidad cutánea y la aparición de comedones. Por estos motivos, a la vuelta de las vacaciones es aconsejable iniciar un programa de mantenimiento que permita prolongar el bronceado y, sobre todo, devolver la hidratación y la suavidad a la piel, especialmente en la cara. Para simplificar esta tarea se puede establecer cuatro etapas: limpieza, exfoliación, hidratación y nutrición.

Limpiar: Se deben eliminar las impurezas, pero sin agredir la piel, para ello utilizaremos limpiadores que respeten el Ph. para las pieles secas o deshidratadas son aconsejables los productos cremosos que suelen estar enriquecidos con sustancias nutrientes y revitalizantes. Por el contrario, laspieles grasas deben seer tratadas con productos que contienen sustancias astringentes y las pieles sensibles y con cuperosis, se pueden encontrar productos limpiadores con principios calmantes. Siempre habrá que huir de los productos que dejen la piel con sensación de tirantez, y usar después de la limpieza un tónico para eliminar los residuos de impurezas y aportar una acción revitalizante.

Exfoliar: Es aconsejable realizarla una vez a la semana, después de la limpieza habitual. Existen diferentes productos que contienenmicrogránulos y sustancias capaces de disolver las conexiones químicas que mantienen unidas las impurezas a las células. Se deben aplicar mediante movimientos rotatorios, insistiendo sobre la frente, la nariz y la barbilla, sin temer a la pérdida del bronceado ya que no es un fenómeno superficial.

Hidratación: Debe ser diaria y con cremas que contengan principios activos emolientes y reparadores, que devolverán a la piel su elasticidad y suavidad.

Nutrición: Las cremas nutritivas son especialmente ricas en vitaminas y enextractos naturales. Su aplicación sólo se recomienda cuando es necesariorestablecer el “capital” hídrico. Hay productos con colágeno y elastina que devuelven la elasticidad a los tejidos, mientras que los que contienen ceramidas y los fosfolípidos hacen más compacta la piel.

Aunque la piel de la cara tal vez la más delicada no debemos olvidar el resto del cuerpo, como tampoco el cabello, que igualmente sufre durante el verano múltiples agresiones con el sol, la sal, el cloro… que hacen que el pelo pierda sus aceites naturales provocando la aparición de puntas abiertas. Lo primero es lavar la cabeza con un champú suave. A continuación, al igual que con la piel, también en este caso hay que hidratar utilizando productos que ayuden a nutrir (las mascarillas son el producto imprescindible). Además hay que evitar usar aparatos eléctricos para alisar o rizar como secadores, planchas y demás. Tampoco hay que olvidar hacer una visita a la peluquería para sanear las puntas y retocar el color en el caso de que se haya aclarado o estropeado. A la hora de aplicar y cuidar el cabello hay que tener presente si se trata de un pelo graso, seco o fino y quebradizo, lo que dependerá de factores tan diversos como la edad, la alimentación, nuestro estado de salud, etc.

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