Ranulph Fiennes: El mayor explorador

Exploradores, territorios desconocidos, épicas aventuras… Todo ello, aunque parezca mentira, aún es posible en este siglo de la ‘globalización, en el que parece empequeñecerse el mundo. Y esto viene a demostrarlo sir Ranulph Fiennes, el ‘explorador más importante vivo’, según el Libro Guinness de los Récords, que a sus 68 años va a emprender una aventura que le puede costar la vida del mismo modo que al capitán Robert Falcon Scott hace 101 años: cruzar la Antártida en invierno y a pié, con temperaturas de entre 70 y 90 grados bajo cero y la completa oscuridad.

Fiennes lleva la aventura en la sangre: ya fue la primera persona que consiguió atravesar los glaciares polares y ya estaba retirado cuando en 2009 escaló el Everest. Este británico hace honor a todos aquellos exploradores, hijos de la Gran Bretaña de siglos pasados que surcaron mares, desiertos y montañas cuando aún no aparecían en los mapas. Asegura que “hacemos esto porque nos gusta romper récords mundiales”, como ha declarado a la cadena de televisión BBC, en la que también ha explicado que ya “hace 25 años consideramos (hacer esta expedición) pero nos dimos cuenta que era imposible”. Pero parece que ahora ya ha llegado el momento. En unas semanas, el 6 de diciembre, Fiennes y sus cinco compañeros de equipo emprenderán esta travesía que ellos llaman “el viaje más frío del mundo”.

Durante seis meses deberán esquiar unos 3.200 kilómetros por la superficie Antártida, entre el 21 de marzo y el 21 de septiembre, el tiempo que dura el invierno en el hemisferio sur. Ese tiempo será el más comprometido, al verse obligados a  ser totalmente autosuficientes y no haber ningún punto de rescate accesible, ya que los aviones tienen muy difícil acceso durante el invierno debido a la oscuridad y al riesgo de que el combustible se congele.

Además de como proeza humana pura y dura, esta expedición también tiene un componente científico: recopilar información sobre los cambios en la capa de hielo y el efecto del cambio climático en el polo. De hecho, un amplio equipo de científicos, exploradores y biólogos han preparado durante cinco años este viaje que, desde su salida en barco desde Londres hasta su regreso, durará más de un año. Desde luego todo un ejemplo para no dejar que los años nos resten sueños ni ilusiones en nuestros propósitos.

Comentarios

Deja un comentario