Por y para los mayores

Uno de los inconvenientes más habituales de la jubilación es, por lo general, se pasa a un ritmo de vida mucho más pasivo, lo que en no pocas ocasiones deriva o en cierta ansiedad o depresión. Evidentemente lo más aconsejable es encontrar nuevas rutina, nuevas ocupaciones y el integrarse en una actividad de voluntariado puede ser una de las mejores opciones, ya que permite ayudar a los demás al tiempo que se sigue poniendo en práctica muchos de los conocimientos adquiridos a lo largo de la vida.

Cualquier ONG es válida para prestar nuestra colaboración, pero en esta ocasión queremos prestar la atención sobre aquellas en las que los mayores tienen el protagonismo. El primer ejemplo es la SECOT (Voluntariado de Asesoramiento Empresarial), formada por ejecutivos jubilados que de un modo altruista ponen sus conocimientos empresariales a disposición de los más jóvenes, asesorando a aquellos jóvenes y Pymes y Ong’s que carecen de recursos para contratar los servicios de una asesoría comercial. Nació en 1989 como iniciativa del Círculo de Empresarios y contando con el apoyo del Consejo Superior de Cámaras de Comercio y Acción Social Empresarial.

Desarrollo y Asistencia es uno de los ejemplo de cómo los mayores ayudan a otros mayores (aunque también cuenta con miembros jóvenes). Creada en 1995 por un grupo de amigos jubilados deseosos de seguir participando en el bien social, su principal actividad es el acompañamiento de pacientes internos y el apoyo a sus familiares, pero también cuenta con actividades de ocio y tiempo libre con personas con discapacidad, apoyo a personas sin hogar y acompañamiento de personas mayores en sus domicilios y en residencias.

De carácter más ‘lúdico’ es la organización de Mayores Asociados Voluntarios Actividades Múltiples (MAVAM). En ella los mayores organizan diferentes actividades como talleres de gimnasia, pintura en tela, papiroflexia o manualidades. Pero también cuenta con actividades dentro de tres programas: animación sociocultural, acompañamiento y ayuda y promoción de la salud.

Estas ONG’s son sólo un ejemplo de cómo los más mayores pueden seguir ayudando a otros, mayores o no, mejorando su calidad de vida y la de los demás.

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