Ponerse a plan…

Estos han sido días de excesos en la mesa y ahora toca ponerse a plan (que no forzosamente a dieta) y depurar nuestro cuerpo, saturado de grasas, proteínas y calorías. Pero no hay que ser drástico y siempre debemos seguir unas pautas saludables y equilibradas.

Lo primero es decantarnos por una dieta rica en verduras (en especial puerro, apio y alcachofa por su poder diurético, además de acelgas y espinacas), acompañadas con algo de arroz o pasta simplemente hervidos. De postre, frutas y algún lácteo. Se trata de dar un reposo digestivo y metabólico a hígado, páncreas y estómago. Algo fundamental es la ingesta de líquidos (unos 2 litros al día, preferiblemente agua o zumos y especialmente té verde y zumo de pomelo), contribuyendo con ello a eliminar la retención de líquidos al tiempo que ayudamos a la eliminación de nuestro organismo de sustancias nocivas para el organismo. Igualmente, los cereales, legumbres y verduras, deben complementar la dieta de “purificación”, y mucho más si se consumen en caldo, pues son diuréticos por naturaleza.

Todo lo referido a la alimentación conviene aunarlo a una actividad física moderada como paseos, actividades al aire libre y olvidar los excesos por una temporada además de dormir lo necesario para nivelar el metabolismo. Así, se conseguirá una depuración total.

Pasados unos días y ya puestos, puede ser el momento oportuno para seguir avanzando y adquirir o mejorar hábitos dietéticos y alimentar la salud y el bienestar para el resto del año.

Comentarios

Deja un comentario