Cuando uno se encuentra enfermo pocas cosas más, o nada más, le preocupa y le importa que su enfermedad. El malestar nos invade, las fuerzas nos suelen fallar y nuestro cerebro sumerge sus ‘pensamientos enfermizos’ en un ‘bucle’ del que cada vez es más complicado zafarse. En el caso concreto del cáncer se ha comprobado que además de hacer frente a la enfermedad en sí misma es importante enfrentarse al espejo, a los cambios que se sufren con la pérdida del cabello, pestañas, cejas, el colorido y el aspecto de la piel, etc. No es una cuestión de frivolidad… afecta psicológicamente, y por tanto también en la recuperación.
Las pioneras a la hora de tomar el toro por los cuernos, quizá por ser a las que más afecta esta cuestión estética, y luchar también por mantener su aspecto en buenas condiciones han sido las mujeres, y ellas abrieron vereda, sumándose algunas de las principales compañías de cosmética. Como ejemplo de esta colaboración está el programa ‘Ponte guapa, te sentirás mejor’, una iniciativa de la Fundación Stanpa, formada por empresas cosméticas de España que donan los productos cosméticos y la formación de las esteticistas para los talleres gratuitos de técnicas de maquillaje y cuidado de la piel que imparten a personas con cáncer, especialmente mujeres, para recuperar la propia imagen y con ella la autoestima, en la lucha contra la enfermedad. Este programa ya está presente en diferentes hospitales como el Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid y el hospital Sant Pau de Barcelona.
La iniciativa ‘Ponte guapa, te sentirás mejor’ es como se conoce en España el programa ‘Look Good, Feel Better’, actualmente presente en 25 países, que inició hace más de 20 años, en 1989, en Estados Unidos de la mano de un médico y el consejo de Productos del Cuidado Personal.
También la Asociación Española contra el Cáncer de Madrid (AECC), el Grupo Español de Dermatología Estética y Terapéutica (GEDET) y la Asociación Española contra el Cáncer Cutáneo (SEOM) entre otros han elaborado ‘El cáncer y la piel: guía de cuidados dermatológicos del paciente oncológico’, una completa guía en la que se explica a médicos y pacientes los cambios que se producen en la piel por los distintos tipos de cáncer, además de ofrecer una serie de recomendaciones para hacerles frente. Esta guía se podrá encontrar en 27 hospitales de Madrid, aunque en breve, la Asociación Española contra el Cáncer ya ha anunciado que la colgará íntegra en su web.
Caída del cabello, de las pestañas, las arrugas o las manchas hacen que las personas con cáncer en tratamiento puedan sentir que pierden su identidad. Como líneas generales hay que tener en cuenta que por la propia enfermedad como por los tratamientos de quimioterapia y radioterapia, la piel se vuelve mucho más sensible y se reseca, lo que supone un reto adicional a la hora de maquillarse y de escoger los cosméticos más apropiados. Lo primero es tratar de seguir siempre pautas lo más higiénicas posibles, utilizar productos para pieles sensibles y no olvidar aplicar protectores solares (SPF 15 o más alta) y productos humectantes para hidratar. Además el color de la piel puede tomar un tono más decolorido y amarillento, para lo que conviene utilizar una base de maquillaje con un color igual al tono normal de piel saludable para ayudar a igualar el tono, cubrir las imperfecciones. Además un corrector ayudara a cubrir las ojeras y otras decoloraciones. También se debe evitar el polvo ya que puede acumularse en las arrugas y hace resaltar la piel escamosa y reseca.
Para los labios es también importante mantenerlos hidratados para evitar que se se resequen y corten. Lo mejor es utilizar lápices labiales cremosos y humectantes, además de un delineador de labios que ayudará a evitar que el color de los lápices labiales cremosos se corra, algo que suele suceder cuando los labios y la piel alrededor están bastante resecos.
Para las pestañas despobladas mejor que utilizar el lápiz es aplicar sombra de ojos marrón, delineando la raíz de las pestañas, utilizando de un pincel muy fino. En cuanto a las cejas, se pueden rellenar las zonas despobladas con un lápiz seco específico para cejas.
