Perdiendo las fuerzas

Debilidad y fatiga muscular (en los músculos esqueléticos -los voluntarios-) son los síntomas más destacados de la miastenia gravis, enfermedad neuromuscular, de origen autoinmune y de carácter crónico que sólo en España puede afectar a unas 9.000 personas, lo que la convierte en una enfermedad ‘rara’, aunque en la última década viene experimentando un aumento considerable, según los datos ofrecidos por la Sociedad Española de Neurología (SEN) con motivo del Día Nacional contra la Miastenia que ha tenido lugar este 2 de Junio.

Por lo general el primer aviso de la enfermedad es una pérdida de fuerzas generalizada al hacer ejercicio y que se recuperan rápidamente con el descanso y reapareciendo al reiniciar la actividad física. En una mayoría de casos el primer síntoma visible se da en los ojos, con visión doble o la caída de párpados. También es frecuente una debilidad anormal de las extremidades y cambios en la expresión facial. El avance de esta patología suele derivar en la dificultad a la hora de hablar, masticar, tragar o incluso, en etapas bastante más tardías, para respirar. Afortunadamente su calificativo de ‘grave’ ya lo va siendo menos gracias a las terapias que existen en la actualidad, de modo que la esperanza de vida de quienes padecen miastenia gravis, no disminuye a causa de este trastorno.

la miastenia gravis afecta a personas de todas las edades, con entre un 10% y un 20% de casos infantiles, pero es en la edad adulta cuando la enfermedad presenta un pico de mayor incidencia entre los 20 y 40 años, en mujeres, y entre los 60 y 70 años, en los hombres. Además en los últimos 10 años están aumentando los casos de aparición tardía, en mayores de 65 años, asociado probablemente al aumento de la longevidad de la población, como explica el Dr. Jordi Díaz Manera, coordinador del Grupo de Estudio de Enfermedades Neuromusculares de la Sociedad Española de Neurología, siendo España, junto a Japón y Canadá, donde más se está produciendo mayor números de casos de miastenia entre los mayores -62 casos por millón de habitantes y año-.

Desde la SEN se sospecha que hay bastantes casos de miastenia sin diagnosticar, especialmente entre las personas más mayores. Hay que tener en cuenta que síntomas como la fatiga o la debilidad muscular pueden ser causados por muchísimas razones y enfermedades, lo que puede suponer que detectar y diagnosticar correctamente esta enfermedad suponga entre 3 meses y 3 años. Hasta ahora no se ha descubierto un tratamiento curativo, pero sí muchos que consiguen reducir o mejorar sus síntomas, a veces incluso hasta lograr una remisión permanente o a largo plazo. Aunque la miastenia puede afectar muy seriamente a la calidad de vida de quienes la padecen, es una de las enfermedades neuromusculares con mejor pronóstico si se detecta y trata de forma precoz.

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