Desde que en 1976 decidiese dedicarse en exclusiva a su carrera literaria, José Saramago ha publicado cerca de veinte obras, que le han valido numerosos reconocimientos, entre ellos, el Nobel de Literatura, en 1987.
Recientemente, y coincidiendo con su 84 cumpleaños, Saramago ha publicado una primera entrega de su biografía Las pequeñas memorias, en las que relata sus primeros años de existencia en Azhinaga, el pequeño pueblo del centro-sur portugués que le vio nacer y escenario escogido para la presentación de la obra.
En las 150 páginas de Las pequeñas memorias recoge ciertos aspectos de su adolescencia sobre los que, según palabras del propio Saramago, dudaba deber hablar. En concreto, de la relación del autor con sus padres. Finalmente, se decidió a relatar la violencia doméstica en su familia para concienciar sobre la necesidad de acabar con la violencia de género, que en España ha terminado con la vida de 62 mujeres en lo que va de año.
La intención de Saramago es que su obra no se caracterice por su oscuro y triste, por ello, anima a todos al recuerdo de la infancia como una época hermosa de la vida y en la que cada vivencia acaba marcando el carácter de la “futura personas adulta”.
El Noble de Literatura, que presume de tener una “especie de cordón umbilical” con sus lectores, les ha regalado otras piezas como Alzado del suelo (1980), obra que supuso su revelación como gran novelista; Memorial del convento (1982); La balsa de piedra (1986); Ensayo sobre la ceguera (1995); Las Cavernas (2001); Cuadernos de Lanzarote (1997), o Las intermitencias de la muerte (2005).
