Otoño en Brooklyn

Todos conocemos las delicias de la gran manzana, aunque sólo sea por el cine. Aunque puede que no presencialmente, de un modo u otro, ya hemos estado en el Empire State, en la Grand Central Station o en el Museo de Ciencias Naturales. Sin embargo, es muy posible, que sepamos bastante poco de uno de los barrios neoyorquinos con más encanto: Brooklyn.

Este singular barrio está unido a la Gran Manzana a través del famoso puente que lleva su nombre y que, en su momento, fue el puente colgante más grande del mundo; pese a su cercanía a Manhattan hace gala de una fuerte personalidad y, no en vano, se conoce como “Home to Everyone From Everywhere” (un hogar para cualquiera de cualquier lugar). En los últimos años Brooklyn se ha convertido en un foco de contra-cultura, donde las tendencias y el espíritu artístico están al orden del día; en buena medida, esto se debe a que es la zona predilecta donde, desde hace más de una década, se vienen instalando los artistas emergentes que ni pueden afrontar los precios de la Gran Manzana, ni renunciar a sumergirse en su ambiente creativo.

Se trata de un distrito muy joven que da cabida a todo nuevo movimiento; desde allí se han impulsado las iniciativas bio y el modo de vida hippie-chic; podría decirse que es un barrio donde el glamour desenfadado se confunde con el arte y la mezcla étnica, dando lugar a un encantador y cuidado lugar llena de tiendas recoletas y punteras, así como de restaurantes donde se puede degustar comida de cualquier parte del mundo. Ha sido escenario de series como “Los Soprano”, “Gossip Girl” o “Sexo en Nueva York” y no hay buen viajero bohemio que se precie que no tenga un día para alejarse de la Gran Manzana y deambular por las animadas calles de Brooklyn.

El otoño es uno de los mejores momentos para sumergirse en este barrio y disfrutar del Atlantic Antic, un festival que se conoce como “el origen” de todos los festivales callejeros de la ciudad. Llamativo por la mezcla de raíces que en él se mezclan, este encuentro destaca por sus ofertas culinarias de todo el globo y por las mercancías llegadas de los lugares más insólitos del mundo que en él se ofrecen. Todas estas delicias se acompañan con música en directo, jazz en plena calle o exhibiciones de danza del vientre. Se trata, sin duda, de una buena excusa para conocer Nueva York más allá de lo obvio y recorrer las famosas tiendas vintage y de moda sitas en Atlantic Avenue.

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