Nuevo hogar para la saga

La de los Madrazo es una de las pocas sagas artísticas españolas, cuya tremenda influencia se extendió en España a través de casi dos siglos; sin embargo, pese a su gran aportación al arte y la cultura de nuestro país, esta familia de creadores todavía sigue siendo relativamente desconocida para el gran público. Su historia comienza con José de Madrazo y Agudo (Santander, 1781-Madrid, 1859), un pintor formado, nada más y nada menos, que en el taller de Jacques-Louis David. Becado para estudiar en Roma, llegó a ser director del Museo Nacional del Prado, de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y pintor de cámara de Fernando VII. José se casó con Isabel Kuntz y Valentini, hija del pintor Tadeusz Kunst, con quien tuvo once hijos, tres de los cuales -Federico, Pedro y Luis- pronto se convirtieron en dignos sucesores de la labor paterna.

De los tres hermanos, el que mayor fama alcanzó fue Federico, quien, siguiendo los pasos de su padre, se formó en Francia, en el taller de Ingres, para completar luego sus estudios en Roma. Sus luminosos retratos repletos de texturas son el mejor ejemplo del Romanticismo español, gracias a los cuales se convirtió en el creador predilecto de la aristocracia del momento, en pintor de cámara de Isabel II y, más tarde, también en director del Museo del Prado; igual que su hermano Pedro, quien además destacó en el ámbito de la crítica artística.
Dos de los hijos de Federico, Raimundo y Ricardo, continuaron con el empeño artístico familiar; siendo el primero de ellos el más celebrado por sus delicados y elegantes retratos burgueses y su estilo suelto, muy cercano al de su genial cuñado, Mariano Fortuny.

Las tres generaciones vivieron a caballo entre Madrid, París y Roma, consiguiendo una red clientelar de alto standing, moviéndose entre críticos y marchantes y asegurándose unos cuantiosos ingresos, aunque renunciando por ello a dedicarse por completo a sus géneros artísticos predilectos. Su labor cultural como críticos y museólogos, como nexo de unión entre las tendencias europeas y el arte español fue, francamente, encomiable, por lo que les debemos, en gran medida, parte de nuestro patrimonio cultural de los últimos siglos.

Pues bien, tomando como marco el paso de los distintos miembros de esta saga familiar por la Academia de Roma, puede visitarse la exposición El mundo de los Madrazo, que acaba de ser prorrogada hasta el 15 de julio de este año a causa de gran éxito, en el Antiguo Hospital de Santa María la rica de Alcalá de Henares. Cuenta con un total de 80 piezas, pertenecientes a las tres generaciones, gracias a las que podemos apreciar tanto la evolución de las tendencias pictóricas desde el Neoclasicismo hasta el Impresionismo- como la del personalísimo estilo familiar cosmopolita de los Madrazo.
Por otro lado, se ha dado a conocer la buena noticia de que la colección de arte adquirida por la Comunidad de Madrid en el año 2006, a causa de una dación en pago de impuestos recibida de los descendientes de la genial saga, gozará de una ubicación permanente en el Palacio de los Casado, sito también en Alcalá de Henares.

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