Ya no queda nada para que vengan los Reyes Magos y la mayoría ya hemos enviado nuestra carta con una lista interminable de las cosas que más nos gustan para ponérselo un poquito más fácil a Sus Majestades de Oriente.
En la carta hemos incluido a nuestros hijos, nuestros nietos, nuestra pareja y hasta a nuestra mascota, pero este año, también les hemos pedido a los Reyes que se acuerden, aunque siempre lo hacen, de los que más lo necesitan.
Y precisamente, aunque son muchas las fundaciones y asociaciones que se encargan de escribir su propia carta a los Reyes Magos para que nadie (sobre todo ningún niño) se quede sin sus regalos, hemos encontrado algunas ideas que nos han encantado.
Es una organización que fundaron siete amigas (hoy ya son más de 30 personas las que colaboran como voluntarias en ella) y que se encarga de hacer llegar a cada niño o anciano necesitado aquel regalo que ha escrito en su carta con el fin de que ningún pequeño o mayor se queden sin nada la noche del 5 de enero.
Para ello, basta que nos pongamos en contacto con la asociación y a través de ella, nos harán llegar una carta de Reyes de verdad, escrita de puño y letra por un niño o un anciano.
Nuestra labor será comprar el regalo que esta persona que nos ha sido asignada, haya pedido y seremos nosotros mismos quien se lo hagamos llegar. Así, no solo todo el mundo podrá tener algo el día de Reyes, sino que recibirán aquello que con tanta ilusión han pedido en su carta. También tenemos la opción de conocer, si así lo deseamos, a la persona que ha escrito la carta y ser nosotros quienes hagamos de pajes de Sus Majestades entregando los regalos.
Otra opción es colaborar con ”Reyes Magos de verdad” mediante donaciones económicas. El fin es el mismo, hacer llegar su regalo a quienes más lo necesitan, y para ello, la fundación agradece a Correos y Europcar su colaboración para hacer llegar los regalos en el tiempo necesario.
Tiene una labor excelente en estos días de paz y amor (bueno, ellos lo hacen, afortunadamente, todo el año) y es que visitan, entretienen y llenan de alegría (disfrazados de payados y animadores) a los niños que están ingresados con enfermedades graves en los hospitales y que puedan pasar los ratos desagradables (quimioterapias, tratamientos, pruebas, etc.) más rápido. Con esta increíble fundación se puede colaborar tanto económicamente como siendo voluntario.
Es otra fantástica campaña que pone cada año a la venta un objeto promocional (una tarjeta solidaria, un pompero, una peonza, un marca páginas, un boli, etc.) que se comercializa en grandes y pequeñas superficies y en oficinas de Correos, con el que recaudar fondos para fabricar juguetes y posteriormente hacérselos llegar a los niños. Una excelente idea que ya lleva 9 años en marcha y con la que por muy poco (sólo 5 euros) se puede conseguir mucho.
En fin, que de una manera u otra, es muy importante ayudar a los demás y recapacitar en estos días de brindis, de estar con la familia y de alegría, y pensar que, desgraciadamente, hay gente que lo está pasando muy mal y está en nuestras manos ayudarles. Con mucho o con poco todo vale sobre todo cuando la felicidad de un niño o un anciano está en juego.
