No te pases con las vitaminas

Según nuestro organismo va envejeciendo se le va haciendo más difícil absorber de los alimentos los nutrientes que necesita para mantenerse sano y fuerte. Si para todo ser humano es fundamental un consumo adecuado, equilibrado de las vitaminas, aún lo es más para los mayores. Pero de entre todo el abanico vitamínico son vitaminas como la B, que mantiene el buen funcionamiento cognitivo, la D (básica para facilitar la absorción de calcio y mantener los huesos en buenas condiciones) las especialmente importante en la senectud, al igual que las que ayudan a funcionar a nuestro sistema inmune, como las vitaminas A, C y E.

Queda claro que la carencia de cualquiera de las vitaminas que necesita nuestro cuerpo puede desequilibrarlo y generar enfermedades. Sin embargo tampoco debemos caer en su consumo excesivo, ya que puede ser igualmente peligroso, especialmente si se trata de las vitaminas solubles en grasa, como precisamente las ya mencionadas A, D, E y K, debido a que es más difícil que el cuerpo pueda deshacerse de ellas, a través de la orina y que pueden llegar a almacenarse en el cuerpo hasta 24 horas, y a veces pueden permanecer en el hígado durante períodos de tiempo mucho más largos.

Precisamente la llegada de la primavera es un momento en el que se dispara el consumo de estos complejos vitamínicos como remedio a esos estados de astenia, cansancio, flojera y agotamiento tan propios de la época, que además se unen a la ‘buena imagen’ de las vitaminas tanto para sentirnos mejor como para prevenir posibles futuras enfermedades. Esto, sumado al hecho de que este producto estrella de farmacias, parafarmacias y herbodietéticas no precisa de receta médica para su dispensación, contribuyendo a su aspecto inocuo e inofensivo y pudiendo hacer que se consuma en exceso con el consiguiente peligro para nuestra salud. Y es que muchos desconocen que por ejemplo es contraproducente tomar suplemento de vitamina D o calcio durante los meses de verano, salvo indicación médica expresa, que si se fuma no conviene tomar suplementos de betacaroteno sintético.

Siempre hay que tener en cuenta que los suplementos vitamínicos deben tomarse durante el día, después de una comida y nunca deben tomarse con el estómago vacío, ya que las vitaminas pasarían rápidamente a la orina. De todas formas hay que tener presente que si queremos obtener el máximo beneficio de las vitaminas, lo más adecuado es obtenerlas a través de una dieta rica y variada (rica en frutas y verduras), mejor que a través de suplementos vitamínicos, que en todo caso no deben ser más que eso, complementos a la dieta y siempre desde la seguridad de una necesidad real o la propuesta por parte de personal sanitario cualificado.

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