El aumento de la esperanza de vida y el deseo de cada vez más mayores de continuar con su vida laboral una vez cumplidos los 65 parecen factores que no se están teniendo en cuenta en estos momentos en nuestro país, según denuncia CEOMA. Por ello, ha solicitado al Gobierno que flexibilice la jubilación y elimine la obligatoriedad de dejar de trabajar a los 65 años.
Sin embargo, esta medida no cambiaría la situación actual de los seniors en el mercado laboral, afectados escandalosamente por las prejubilaciones forzadas. En este sentido, la Confederación solicita que se supriman las trabas para trabajar más allá de los 65, poder jubilarse voluntariamente antes de esa edad, así como prohibir las prejubilaciones forzadas. El presidente de CEOMA, José Luis Méler y de Ugarte, argumenta estas peticiones destacando que el “beneficio de trabajar más allá de los 65 es triple: permite a estos trabajadores mantener su nivel de ingresos, beneficia al sistema de pensiones, al no abonarlas, a la vez que aporta experiencia al mercado labora, cualidad importante en una situación de crisis en la que el conocimiento y la productividad cobran gran importancia”.
El quid de la cuestión: adaptarse, como ya han hecho otros países europeos, a la nueva realidad social. Cada vez es más numeroso el número de mayores de 65 años que pueden y quieren seguir en el mercado laboral pero que, por la obligada jubilación, ven frenado este deseo. Es más, para CEOMA, debería ser el propio individuo el que decida la edad de su jubilación, de acuerdo con una nueva normativa sobre jubilación y pensiones. Estos mayores que continúen con su vida laboral, además, tendrían que tener la seguridad de ver protegidos sus derechos adquiridos en pensiones, prestaciones por discapacidad o beneficios de salud.
La realidad laboral es muy distinta, no obstante, las prejubilaciones forzosas están a la orden del día sobre todo con la actual situación económica que ha propiciado que empresas e instituciones se valgan de estas jubilaciones anticipadas para reducir plantilla y costes laborales.
