Nagusi, la feria que el Bilbao Exhibition Center de Barakaldo organiza por decimocuarta vez, empieza su andadura este viernes.
Como en ocasiones precedentes, este espacio que durante tres días acerca propuestas de ocio y servicios tanto a personas mayores como a profesionales de estos ámbitos, contará con numerosos stands de empresas y entidades que mostrarán su oferta a los interesados, así como con variada suerte de actividades, de actuaciones musicales a talleres de manualidades, funciones de teatro o campeonatos de rana.
Además, el Departamento de Asuntos sociales de la Eusko Jauralitzaarticulará sus actividades alrededor de temas como “La Memoria Viva” o las “Redes de blogs”, mientras que la Bilbao Bizkaia Kutxa será la responsable de organizar conferencias como “Envejecer saludablemente: una nueva etapa en el ciclo vital” o presentar actuaciones diarias de corales y de teatro.
Por su parte, la Fundación Orue incidirá en su objetivo de mejora de la atención al paciente mayor, a través del intercambio de conocimientos y formación que se dará en el V Simposio por el que, a su término el viernes 22, habrán pasado 25 ponentes y especialistas.
Y también nosotros estaremos, de un modo u otro, presentes una vez más en un acontecimiento de estas dimensiones, pues Mayormente produce la presencia de GAES en Nagusi.
Tanto la celebración del salón bilbaíno como nuestra permanencia en él nos parecen reseñables en un momento en el que la crisis está llevando a muchas empresas a reformular su política comercial hacia los senior.
Y es que por un lado, el mismo formato de la feria se ha puesto en tela de juicio, con grandes y aparentemente bien consolidados encuentros que en los últimos dos años se han cancelado o han visto muy menguado su anterior esplendor, algo que sin duda da que pensar y hace que muchos organizadores y participantes anden meditando nuevas fórmulas para poder seguir presentando de una forma atractiva y multitudinaria sus productos e ideas.
Pero por el otro, y eso sí que nos parece más desacertado y preocupante, no son pocas las compañías que, ante un panorama de vacas flacas, parecen haber decidido desatender al sector mayor. Su ausencia en los eventos destinados a este colectivo o la puesta en suspenso de líneas de negocio diseñadas para dar servicios específicos a los senior. Tal vez, con cortedad de miras, les asuste medirse hoy con un público formado y experimentado, que sabe lo que quiere y rechaza lo superfluo y precipitado. Nosotros, en cambio, ratificamos nuestra convicción en su gran futuro y la certidumbre de que es precisamente el consumidor mayor quien con su exigencia más ayuda a una empresa a dotar de calidad a sus propuestas y hacerlas más sólidas. Algo fundamental para años venideros en los que este segmento de la población solo hará que crecer y demandar que lo que se le ofrezca esté pensado para sus gustos y necesidades.
