Montañas sagradas

Como si el hombre tendiera hacia las alturas, hacia lo infinito; a lo largo de la historia ha ido coronando las cimas, cuando no construyéndolas, para instaurar sus lugares sagrados en dirección al cielo.

Probablemente en las cimas, donde la naturaleza se contempla en su expresión máxima, es también donde se aprende que todo esfuerzo tiene su recompensa. La belleza de las cumbres eleva el espíritu del hombre y, precisamente por eso, las diversas civilizaciones han tendido a sacralizarlas; llegando a mitificar algunas, como el famoso monte Olimpo, por ejemplo.

Visitar alguna de estas montañas sagradas suele ser una experiencia única en la vida, hay quienes viajan llevando a cabo auténticas peregrinaciones pero, sea como fuere, vale la pena seleccionar una y no dejar de vivir esta experiencia, única en la vida.

Uno de los más impresionantes está en nuestro país, se trata de Montserrat, donde se cuenta que se apareció la Virgen; aunque ya, desde tiempos ancestrales, este lugar se consideraba mágico. A la belleza del lugar, con impresionantes vistas, hay que sumarle la del santuario que allí se enclava, construido  a 720 metros sobre el nivel del mar, que cuenta con más de diez siglos de historia.

En China hay diversos macizos sagrados; entre ellos destaca Tai Shan, cuyo pico se conoce como el “Emperador de Jade”. Está situado a 1545 metros de altitud y, aunque es accesible gracias a un teleférico, la tradición manda subir haciendo uso de las 6600 escaleras construidas para propiciar la visita a los diversos templos que hay por el camino. La subida puede llevar más de seis horas pero, una vez arriba, además de la extraordinaria vista, es posible cruzar “el arco de la inmortalidad” y “la puerta del cielo”.

Al otro lado del globo, en América, encontramos uno de los montes sagrados más famosos del mundo: el Machu-Picchu, que está en la Lista de los lugares considerados como Patrimonio de la humanidad de la Unesco desde 1983. Algunas de sus construcciones, de marcado carácter ceremonial, evidencian que fue utilizado como santuario religioso, lo que ha dado lugar a muchas leyendas sobre este poblado inca de peculiares características arquitectónicas.

Esto son solo unos ejemplos de “montañas mágicas”, pero el mundo está lleno de enclaves de asombrosa belleza, donde la naturaleza y la espiritualidad se dan la mano de forma admirable.

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