Ser mochilero es una actitud y, la edad, no debería suponer una barrera si realmente nos gusta viajar de este modo. Está claro que no todos estamos llamados a serlo, pero no por cuestión de edad; hay muchos jóvenes que, de hecho, tampoco disfrutan con este tipo de turismo, tan imprevisible como dinámico.
Organizarse en libertad, disfrutar de sorpresas inesperadas y adentrarse realmente en las raíces de los lugares donde se viaja son las principales virtudes que han conseguido enganchar a los millones de adeptos a esta forma de movilidad que encontramos por todo el globo.
Hace falta poco material para equiparse bien: todo debe caber en una mochila, a poder ser amplia y cómoda. Este macuto se convertirá en nuestro compañero inseparable de viaje, por lo que no conviene cargarlo con pesos innecesarios. Hoy en día es sencillo encontrar productos diseñados específicamente para este tipo de viajeros: toallas ligerísimas y que apenas ocupan, combinados de champu-gel, calzado resistente y liviano, envases de reducido tamaño e incuso sacos de dormir y tiendas de campaña fácilmente portables.
Hay tantos destinos como mochileros. Unos prefieren caminar entre el bullicio de las ciudades, mientras otros, como los amantes de la naturaleza, eligen pasear por bellos parajes y tal vez acampar cerca de un riachuelo o una playa. Hay quienes recorren rutas históricas, quienes peregrinan a santuarios o quienes se plantean el viaje como una forma de encontrarse consigo mismo.
Existe toda una cultura solidaria del mochilero. La cooperación y la camaradería entre ellos es vital y, sin duda, ayuda mucho al crecimiento personal del viajero que, en cada conversación, se enriquece con las vivencias de sus compañeros.
Viajar de este modo, puede también tener inconvenientes. No siempre se duerme en sitios cómodos y tal vez pocas vez se siga el plan inicial pero, lo cierto, es cada viaje es una experiencia única y merece la pena probar la “vida mochilera” al menos una vez en la vida, independientemente de la edad que se tenga.
Muchos mayores ya lo han probado y, por lo visto, engancha. Kandy García ya ha dado la vuelta al mundo y, como ella, hay muchos más…
